Y aquí estamos para dar comienzo a nuestra 8ª
Etapa sobre El Camino Portugués A Santiago por La Costa.
El Monasterio de Santa María de Oia es testigo
de nuestro comienzo. Construido a mediados del S. XII. Cuenta con elementos
románicos, góticos y barrocos, fruto de las reformas y modificaciones que sufrió.
El Océano Atlántico meciendo suavemente sus
aguas saladas que besan la recortada costa de estos lugares también nos ve
pasar por entre muros de piedra.
La senda es fácil de caminar acompañado el
peregrino por la vegetación del lugar.
Pasado O Serrallo en una encrucijada algunos
peregrinos han ido acumulando piedras de distintos tamaños con variados dibujos
y mensajes, que llaman la atención.
Nuevamente el océano y la costa rocosa vuelven
a ser protagonistas junto con los muros de piedra.
Aunque nuevos personajes se unen al paisaje:
son algunos molinos de viento, raros pero, existentes, al borde de la mar del
que el peregrino no se separa.
A lo lejos distinguimos los 85 m de la silueta
rojiblanca del Faro de Cabo Silleiro en el actual edificio de comienzos del S.
XX.
Y que seguiremos contemplando, junto con la
inmensidad azulada, mientras iniciamos
el ascenso al Monte de Silleiro.
Coincidiendo con una calzada empedrada en donde se ven claramente marcadas las
huellas de los carros de bueyes que antaño circulaban sobre ella.
Al llegar a
Baredo tenemos un pequeño contacto
con
La senda de Los Molinos de Baredo, preciosa, y de la cual ya hemos hablado
AQUÍ EN EL BLOG.
Al poco tenemos una amplia visión de Las Islas
Cíes en la bocana de La Ría de Vigo.
Antes de encontrarnos con una pequeña área
recreativa donde tomar un pequeño descanso.
La Ciudad de Baiona, nuestro objetivo se nos
muestra ya a nuestro alcance, junto con La Virgen de La Roca, inmensa en su
atalaya construida en granito sobre las rocas del Monte Sansón por el gran
arquitecto porriñés Antonio Palacios.
A pocos pasos nos llamaron la atención una
fuente con estructura redonda y un pozo circular.
Callejeando llegamos al emplazamiento de La
Iglesia de Santa Liberata construida a principios del S. XVIII en honor a esta
Santa y Mártir Baionesa, junto con sus 8 hermanas gemelas.
Mezcla de estilos arquitectónicos italiano y
plateresco su fachada presenta dos elegantes torres y en el centro una
hornacina con la imagen de la santa crucificada. Destaca su retablo principal,
tallado en madera polícroma con columnas salomónicas y con una representación
central del árbol genealógico de La Santa.
Muy cerquita se levanta La Iglesia de Santa
María del S. XIII y de planta basilical, con tres naves divididas en
seis tramos con ábsides rectangulares cubiertos mediante bóvedas de cañón. La
sobria portada con arquivoltas que descansan en tres pares de columnas muestra
el predominio de la sencillez, como en casi todos los templos de La Orden del
Cister.
Enseguida nos vemos en El Paseo sobre el
Puerto en donde finalizamos la etapa contemplando varios elementos decorativos
allí presentes como El Monumento al Rey Alfonso IX, fundador y protector de
Baiona, o La Fortaleza de Monterreal cuyo primitivo recinto amurallado data del
siglo II A. C. Actualmente dedicada a Parador de Turismo.
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