En nuestro paso por Euskadi también visitamos Durango, bella localidad de El Duranguesado, atravesada por El Río Mañaria en
las proximidades del Parque Natural de Urkiola.
Nosotros comenzamos la
visita en las inmediaciones de La Iglesia de San Pedro Tabira, templo Gótico de
planta rectangular que conserva numerosos tesoros en su interior, tanto bellas
esculturas como pinturas.
El Retablo Mayor,
presidido por la imagen de San Pedro, es una excelente muestra de pintura sobre
tabla, propia del frío Manierismo Romanista.
Allí mismo vamos tomando
contacto con el cercano Río Mañaria y la
vegetación que lo acompaña.
Así como fuentes,
cruceiros y esculturas varias, algunas pertenecientes a tiempos modernos.
En el camino vamos
encontrando plazas y bonitos edificios como El Gran Hotel Durango, y otros,
que nos van introduciendo en un Casco Histórico declarado Conjunto Monumental
en 1997.
No paséis por alto el
lujoso Palacio Barroco de Etxe Zuria del
S. XVIII cuya fachada principal concentra todos los elementos de interés
destacando El Escudo de la Familia presidiendo la actual sede del
Museo de Arte e Historia de Durango.
Se encuentra en La Plaza
Pinondo en donde además de una fuente también admiramos un bonito edificio con
escudo y reloj de sol incluido.
A continuación nos recibe
El Arco de Santa Ana construido en 1556 en Estilo Barroco, reformado en el S.
XVIII en Estilo Renacentista, siendo la única que queda de las puertas de
entrada de la antigua muralla que rodeaba Durango. En él destaca El Escudo de Armas de Los Austrias.
Nos encontramos en La
Plaza de Santa Ana de gran valor histórico. En ella, y a su alrededor, se
localizan edificios interesantes como el antiguo Molino de Santa Ana, el
Palacio Arribi, el Palacio Lejarza o la Casa Zabala.
Y, claro está, La Iglesia
de Santa Ana del S. XV, ampliada en 1540 y reconstruida en el S. XVIII.
Notable ejemplo de la Arquitectura Sacra Barroca presenta planta herreriana. Consta de tres naves y
pórtico de pilastras en la parte norte y oeste. Su cabecera es cuadrangular,
con los laterales ligeramente ochavados.
Callejeando llegamos
delante de La Casa Consistorial del S. XVI, pero reformada debido al
bombardeo de 1937. Es de Estilo Clásico con influencias napolitanas. Lo más
interesante se encuentra en la fachada principal. Un maravilloso portal de
siete arcos de medio punto en la planta baja y un gran balcón en la primera
planta.
Llaman la atención las
pinturas que la decoran. En ellas aparecen arquitecturas figuradas, pequeñas
historias de amor, cacerías... Son reconstrucciones de las pinturas originales
de estilo rococó de Ignacio de Zumárraga.
Cruzamos el río para
encontrarnos con el lujoso Palacio de Etxezarreta, Barroco del S. XVIII, con el
gran escudo de la familia entre los pisos tres y cuatro, en el centro de la
fachada principal. Actualmente es La Sede del Museo de Arte e Historia
de Durango.
Muy cerca visitamos El
Monasterio de los Agustinos Descalzos del S. XVII. En La Iglesia, de Estilo Renacentista, destaca su gran fachada con un pórtico de arcos de medio punto y
grandes ventanas. En el centro de la fachada nos observa la figura de piedra de
San Agustín.
El edificio del Convento
es Barroco. Cuenta con un patio hacia el interior y en la fachada que da a la
calle destacan dos escudos y el gran balcón abacial con antepecho de forja.
No os perdáis los bonitos
edificios y las esculturas que nos van saliendo al paso mientras
caminamos.
Para arribar a La Plaza
Ezkurdi, verdadero corazón de Durango. Su fuente, el quiosco de música, las
esculturas, y el resto de los elementos que la componen nos permiten
disfrutar del presente echando un ojo al pasado.
La Ermita de La Madalena,
construida en el S. XIX, nos acoge rodeada de flores y altos árboles.
Poco antes del
emplazamiento del Palacio Garai, hermoso palacio de finales del S. XIX, que
llama la atención del viandante por mostrar en sus paredes, huellas de la
metralla del bombardeo de La Guerra Civil.
El caminante puede saciar
su sed en La Fuente del Palacio Garai que está en su exterior.
A un tiro de piedra
divisamos El Museo Kurutzesantu que alberga La Oficina de Turismo de la villa y
atrae miles de personas durante todo el año.
Por acoger entre sus
depósitos La Cruz de Kurutziaga. Una llamativa cruz que por sus características
es una pieza única. Tallada entre el S. XV y el XVI ha sido catalogada Monumento Histórico
Artístico.
Esculpida en piedra
arenisca, mide cuatro metros y medio de alto y está repleta de imágenes.
En el mástil se enrosca La Serpiente del Paraíso, con cabeza de mujer, y más
arriba aparecen Adán y Eva. En el capitel están representados Los Doce Apóstoles.
En el cuerpo superior se
encuentran sus elementos más significativos: en un lado aparece una
representación del Paraíso y en el otro, El Calvario. Encima de La Crucifixión,
aparecen La Luna y El Sol.
Nos llamó la atención la
blanca fachada de La Iglesia de San José, conocida como La Iglesia de los
Jesuitas.
Y la estilizada torre del
Monasterio de San Francisco conocido antiguamente como de San Antonio.
Construido en el S. XV es el convento más antiguo de la villa y fue la primera
fundación franciscana en Bizkaia. Aunque la portada y la torre, construidas a
finales del S. XIX son ejemplo del Revivalismo Neorrománico en Bizkaia.
Y la que sin duda no
debéis perder es La Basílica de Santa María de Uribarri. Edificada en el S. XVI,
pegada a La Torre de Arandoño, que hoy en día es el campanario.
Catalogada Monumento
Nacional fue reformada en el S. XVII por lo que no presenta un estilo definido.
Posee un espectacular Pórtico de Madera, el mayor de Euskadi. La estructura del
techo es de madera y está sostenido por once pilas, nueve pilastras y los muros
del templo.
Pero no miréis sólo hacia
arriba, ya que allí, sobre el pavimento del pórtico, La Basílica dispone, junto a
otros dibujos, de un Laberinto similar al que existe en algunas catedrales
góticas. Un Camino Simbólico, construido para que pudieran redimirse de sus
pecados aquellos que no podían participar en las peregrinaciones.
Su interior también
merece una visita. El Retablo, en donde destaca La Talla Gótica de Andra Mari
de Uribarri, o El Coro, son algunos de los elementos más importantes que
encontramos en su interior.
Seguimos la visita conociendo
más detalles de Durango como pequeños puentes, fuentes, parques y varias esculturas.
Sin olvidar pequeños
momentos junto al río en donde desconectar del ajetreo cotidiano.
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