En Galicia tenemos multitud de cascadas, a las que se conoce con distintos nombres. En esta caminata visitamos "A Freixa da Chamosa" en Forcarei.
Iniciamos la ruta al pie de La Iglesia de San
Martiño de Forcarei. De finales del S. XVIII fue ejecutada por El Maestro
de Cantería Pedro Varela y El Asentador Pedro Gutiérrez.
La fachada tiene una puerta con arco de medio
punto, sobre la que se asienta una hornacina con la imagen de La Virgen.
Presenta planta de cruz latina, con una ampliación
en el brazo derecho en la 2ª mitad del S. XX que difiere mucho del original.
Muy cerquita admiramos una escalinata, una
fuente y un cruceiro de finales del S. XIX obra de Xosé Ferreiro.
Continuamos por La Ruta Turística de Forcarei
a A Chamosa con áreas saludables, bancos que invitan a sentarse, hórreos y otros elementos típicos de aldea.
No faltan las corredoiras con vegetación exuberante
por entre fincas cultivadas.
Adornadas con fuentes, cruces y lavaderos varios.
Una señal indicativa de la cascada nos
introduce en una congostra de altos muros y frondosa vegetación que nos hace
pensar que estamos en plena jungla.
Un camino empedrado nos lleva directos a un
puente de madera sobre El Regato de Sorribas, afluente del Río Lérez.
A su vera vemos ya 2 molinos en el cauce de
otro arroyo que ya aquí nos ofrece un bonito espectáculo.
El senderista camina entre la sinfonía
producida por el líquido elemento precipitándose ladera abajo atisbando entre
los matojos las ruinas de un silencioso molino.
¡Es un verdadero privilegio encontrarse en
medio de esta manifestación de la naturaleza abriéndose camino!
Después de una relajante pausa descubriendo rincones
mágicos, regresamos a Chamosa en donde paseamos nuestra mirada por algunas de sus
casas abandonadas.
Antes de volver al punto de inicio con el gozo
sereno y el pensamiento vagando por el paisaje disfrutado.