Baiona es la protagonista del comienzo de nuestra 9ª Etapa del Camino Portugués a Santiago por La Costa.
Comenzamos cerca del Puerto echando una ojeada a La Fortaleza de Monterreal bajo la atenta mirada del Rey Alfonso IX y del Marinero en su Monumento.
Callejeando por El Camino, encontramos La Fuente de Zeta del S. XVII.
Una pétrea fuente es testigo de todo ello.
A ellas se une La Fuente do Pombal escondida bajo una arcada. De trazos góticos en el frente muestra tres escudos: en el centro, las armas de la Casa Real de España del S. XVI; a la izquierda, el de Baiona, y a la derecha un tercer escudo irreconocible dado su estado de gran erosión.
Otro oportuno puente nos permite sortear El Regato de Guillade.
Pero el que nos impresiona es El Puente de A Ramallosa. Levantado en el S. XIII, para salvar El Río Miñor, sobre los cimientos de un antiguo puente romano. Combina arcos de medio punto, unos suavemente apuntados y otros ojivales. Tiene diez ojos, con doble sistema de tajamares para combatir la fuerza del río y de la marea.
Continúa su camino el peregrino encontrándose a su paso A Casa de A Robaleira del S. XVII, algún cruceiro y La Iglesia de San Pedro da Ramallosa en origen templo de una nave y estilo románico. Posteriormente se le añadió una capilla de estilo gótico. La fachada termina en espadaña de dos cuerpos en forma de campanario.
Pero que pronto abandonamos para ir al encuentro de nuevos alicientes. Como El Abacial de Nigrán, un pazo cuyo origen se remonta al S. XVII con añadidos posteriores. Cruces, lavaderos, fuentes, altos muros de piedra, vistas de Las Islas Cíes, y bancos peregrinos nos acompañan.
Poco antes de entrar en Los Montes de Saiáns en donde encontramos diseminados varios molinos, algunos de ellos naviculares, al lado del Castro de Medoña.
Acompañados de fuentes y otros elementos ornamentales que llenan de encanto el camino.
Y ya nos hemos adentrado en La Fraga de Gontade en donde además de los seculares molinos distribuidos aquí y allá, os encantará la refrescante cascada que por allí se precipita.
Poco después nos acoge La Iglesia de San Salvador de Coruxo. Construida en el S. XII de las primitivas trazas románicas solo se conservan los tres ábsides semicirculares completos con ventanitas del mismo estilo. Resaltar también los detalles figurativos de los capiteles de las jambas, los canecillos y la pureza de líneas arquitectónicas.
Continuando camino nos vamos encontrando variedad de cruces diseminadas a lo largo del trayecto y murales diversos.
No pasamos por alto La Iglesia de San Andrés de Comesaña, barroca de una sola nave, planta cuadrada con cubierta a dos aguas y una gran torre campanario de tres cuerpos sobre la entrada principal.
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