Siguiendo nuestro paseo por Euskadi nos acercamos hasta El Valle Salado de Añana.
Situado en Salinas de
Añana, Álava. En este paisaje salino desde tiempos inmemoriales se han
aprovechado sus manantiales de agua salada para obtener un producto tan
esencial como la sal.
Realizamos una visita
guiada en donde nos fueron explicando las instalaciones y las distintas partes
del proceso por el cual el agua se convierte en sal.
Así supimos cómo
siguiendo pasos marcados por la experiencia y la tradición, los salineros
fueron creando en Añana una arquitectura insólita, anónima, y al mismo tiempo
popular y tradicional.
Para ello, utilizaron
materiales que el entorno les ofrece: piedra, madera y arcilla.
Así nos topamos con más
de 4 km de canalizaciones de madera de altas vigas, que conducen el agua salada
desde los manantiales hasta los pozos, las terrazas escalonadas y las eras en
donde se colecta la sal.
Conocimos que en el Valle
Salado hay cuatro manantiales de salmuera de los que brotan de forma natural
dos litros de salmuera por segundo.
Los manantiales de Añana
suministran la salmuera a nivel de superficie de manera natural y continua, lo
que permite su uso sin necesidad de perforaciones ni bombeos.Vimos que el transporte
del agua salada se realiza de manera continua y por gravedad a través de una
red de canales de madera llamados royos que la llevan a todos los rincones de
la salina.
Paseamos entre los
depósitos o pozos de salmuera, de estructura variada, y que son el corazón de
las granjas salineras.
La guía nos contó que la
obtención de la sal en Añana se basa en la evaporación del agua, contenida en
la salmuera, por medios naturales. Para ello, se vierte el agua salada en unas
plataformas de evaporación denominadas eras.
Los grupos de eras
trabajadas por un mismo propietario llamadas
granjas se van adaptando a la compleja orografía del paisaje, tanto en
forma como en altura.
Nos llamó la atención
cómo el espacio que se forma bajo las eras es aprovechado para almacenar el
preciado condimento famoso en el mundo entero.
Producido en esta
localidad de la que vamos teniendo bonitas perspectivas en varios momentos del
recorrido.
A continuación Orduña,
localidad limitada por las provincias de Araba y Burgos, nos abre sus puertas
para mostrarnos algunos de los elementos más llamativos de su valioso
patrimonio.
El Casco Histórico de
esta ciudad vasca fue declarado Conjunto Histórico Monumental en 1997. Nosotros
inicialmente conocimos los restos de su Muralla adosados a La Iglesia de Santa
María.
Así es, la Iglesia de
Santa María, una de las más llamativas de Bizkaia, se encuentra unida al
antiguo baluarte defensivo de Orduña, dado su carácter de Iglesia-fortaleza.
Erigida en el S. XV, de
Estilo Barroco, exteriormente llama la atención de los viajeros por su bellísima torre central y su imponente arcada.
A continuación paseamos
por La Plaza de Los Fueros, la mayor plaza mercante de origen medieval de todo
Euskadi. Cuenta con fuente central y no faltan los típicos soportales propios
de las plazas que acogían mercados semanales en El País Vasco.
Construida en el S. XVII e integrada en pleno núcleo urbano desde el S. XIII acoge algunos de los edificios históricos de la ciudad destacando La Torre Palacio Casa Consistorial. Construcción del S. XVI que cuenta con una torre del S. XIII la única que se conserva de la antigua muralla de la ciudad.
Junto a ella encontramos otra de las entradas originarias a la ciudad, el llamado Portal Oscuro, única de las 7 puertas o portales que había que cruzar para entrar en Orduña que todavía perdura.
No pasamos por alto La Iglesia de La Sagrada Familia. Del S. XVII y de Estilo Barroco guarda en su interior uno de los conjuntos retablísticos más importantes de Euskadi. Posee planta de cruz latina y tres naves con cabecera cuadrada.
La fachada de sillería está dividida en dos pisos. En la parte de abajo destaca un pórtico de tres arcos. Culminan la fachada dos espadañas de dos pisos con el escudo familiar de los Urdanegi, mecenas de su construcción, entre ellas.
De aquí partimos raudos y
veloces pues todavía nos desplazamos a conocer El Monte de Santiago, Sierra
Salvada y El Salto del Nervión. Aventura que ya os contamos hace algún tiempo en otra entrada del blog.
Os dejo el enlace por si queréis recordarla: