Y ya estamos con la 6ª Etapa del Camino Portugués a Santiago Por La Costa.
Salimos de Afife
caminando entre muros de piedra encontrándonos diversas fuentes hasta llegar a
un bonito enclave con una pequeña capilla.
Nuestros pasos nos llevan
por senderos a veces empedrados y con variada vegetación.
A continuación una
sucesión de variados cruceiros nos salen al paso. Ya sea en solitario...
O acompañados de otros
elementos religiosos o relacionados con algún tipo de superstición.
No faltan pequeñas áreas
recreativas que a veces aprovechan elementos de la arquitectura popular para su
existencia.
Y en otras ocasiones son
las pequeñas capillas o los petos y almiñas los que las conforman.
La senda continúa siendo
fácil para el caminante al que sigue ofreciendo muestras de muros y caminos
empedrados y diversos elementos vegetales.
De repente nos
encontramos con El Río Áncora, alegre y bullicioso, y que atravesamos gracias a
un antiguo puente de piedra: A Ponte Da Torre.
A pocos pasos el
peregrino encuentra un precioso momento con una casita de piedra y El Riachuelo
Das Escadas.
Y ya nos vemos entrando a
Vila Praia de Áncora en donde visitamos La Capilla de Nossa Senhora da Bonança.
Edificada a finales del S. XIX sobre otra ochocentista, esta capilla Neoclásica
presenta planta longitudinal y está formada por nave y cabecera rectangulares,
siendo esta más baja y estrecha.
En el interior destacan
retablos neoclásicos dorados y murales pintados.
Callejeamos y nos topamos
con El Fuerte da Lagarteira del S. XVII construido durante el reinado de Don
Pedro II, para defender la costa de los ataques de piratas. Fijaos en el escudo
con las armas reales en su recia puerta y el cartel con el nombre de la villa.
Continuamos camino
teniendo el mar y diversos elementos decorativos como compañeros.
Sin dilación arribamos al
paraje en donde se encuentra La Capilla de San Isidoro.
Al borde del camino
alguien, con rocas de la costa, ha improvisado un rústico altar mariano que no
dudamos en visitar.
En la orilla española distinguimos la silueta inconfundible del Monte Tecla vigilando a los peregrinos absortos en la cantinela de las olas besando la orilla.
Para adentrarnos en
Caminha. Allí visitamos primeramente La Capela da Nossa Senhora da Agonía,
saludamos al Pescador y nos refrescamos
en una oportuna fuente.
Al poco ya nos vemos en
La Plaza Conselheiro Silva Torres donde admiramos la bella arquitectura que la
rodea.
Y ya solo nos queda cruzar El Miño, llegar a la orilla española e iniciar la siguiente etapa.
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