martes, 10 de septiembre de 2019

Por Lisboa: Castillo de San Jorge, Catedral, Panteão Nacional, Miradores, Iglesias Y Plazas

A Praça do Rossio, también llamada Praça Don Pedro IV, es una de las más importantes y bonitas de Lisboa, Portugal.
Para llegar hasta ella comenzamos un paseo cerca de A Praça do Município en donde nos reciben unos rojos personajes rodeados de imponentes edificios y un retorcido “Pelourinho”.
En seguida llegamos a Praça do Comércio, durante mucho tiempo la puerta de Lisboa para el comercio marítimo.  
En ella os llamará la atención La Estatua Ecuestre de José I, rey portugués que estuvo al mando durante el terremoto de Lisboa. 
Y os encantará caminar bajo El Arco Triunfal que nos lleva a Rua Augusta con sus bonitos edificios y su suelo blanco y negro.
Os gustará montaros en El Elevador de Santa Justa con sus 45 m de altura y de estructura que recuerda a La Tour Eiffel
Internándonos en O Chiado, el barrio más bohemio de Lisboa, primeramente visitamos Las Ruinas del Monasterio do Carmo. Desde allí se obtienen bonitas vistas de la ciudad.
No dejéis de tomaros algo en A Brasileira, cruzar unas palabras con Fernando Pessoa, conversar con el poeta que da nombre al barrio o con el mismísimo Luis de Camões.
A nuestro alrededor miles de turistas y los propios lisboetas pululan sin cesar, ya sea a pie, en tranvía o en los clásicos elevadores de Lisboa en su incesante vaivén. 
Momentos hay para subir y bajar escaleras algunas de las cuales se encuentran adornadas por murales de graffitis, algunos realmente espectaculares y coloridos.
Ya en El Mirador de São Pedro entre fuentes y esculturas varias disfrutamos de una perspectiva diferente de la ciudad con El Castillo de San Jorge en su atalaya. 
Y ya nos vemos en Praça dos Restauradores. En su centro un obelisco conmemora la rebelión contra la dominación española en 1640.   
En sus inmediaciones la elegante fachada de la Estação do Rossio de finales del S. XIX
En Praça do Rossio, pisamos sobre los mosaicos blancos y negros típicos de la capital portuguesa y nos refrescamos en la magia de las  gotas de agua fluyendo de sus fuentes.  
En el centro de la plaza La estatua de Pedro IV de Portugal, El Rey Soldado. Fijaos en su base, en donde cuatro figuras femeninas representan las bondades del rey. 
Cruzamos Praça da Figueira bajo la atenta mirada de Juan I a caballo
Y de nuevo subimos y bajamos escaleras paseando la mirada por el arte graffitero.
Hasta arribar al enclave en donde se encuentra El Castillo de San Jorge, uno de los símbolos de Lisboa. 
Recorremos pausadamente su estructura almenada construida inicialmente por los visigodos y que albergó entre sus paredes a los reyes de Portugal. 
Emplazado en lo alto de La Colina de San Jorge, constituye un auténtico balcón desde donde otear Lisboa casi a vista de pájaro. 
Que puede divisarse desde miradores como El de Santa Luzia, camino del cual nos encontramos La Iglesia de Santiago y el KM 0 de inicio del Camino Portugués a Santiago
 Poco a poco nos vamos acercando al Panteão Nacional, construcción barroca lugar de  descanso de portugueses ilustres como Amália Rodrigues 
No dejamos atrás La Sé Catedral de Lisboa, de estilo románico considerada la iglesia más antigua de la ciudad. 
Y otros elementos que dejamos para que el viajero los descubra en este paseo cultural realmente interesante por la capital portuguesa.  

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