Los Senderistas del Blog
Grupo de Andainas Rías Baixas en nuestro periplo por El País Vasco también
visitamos Bilbao.
Comenzamos al pie del
Teatro Arriaga, edificio del S. XIX realmente bonito e inspirado en La Ópera de
París.
Muy cerca del
inicialmente levadizo Puente del Arenal y del paseo del mismo nombre con su
clásico kiosco y otros elementos ornamentales.
A un paso La Iglesia de
San Nicolás, barroca y construida sobre una antigua ermita medieval levantada en honor de San Nicolás de Bari también forma parte del paisaje.
Después de admirar el palacete neoclásico del
BBVA nos dirigimos a La Plaza Nueva, de estilo neoclásico, con 18 arcos de
medio punto en dos de los lados y 15 en los dos restantes.
Conocimos La Plaza de Miguel de Unamuno lugar
de paso del Camino de Santiago, y puerta hacia Begoña a través de Las Calzadas
de Mallona. Fijaos en su fuente con los cuatro elementos
de la vida: agua, tierra, viento y fuego.
Callejeando nos topamos con el edificio
barroco que alberga El Euskal Museoa, La Casa Natal de Miguel de Unamuno y Restos
de la Antigua Muralla.
No os perdáis el enclave
en donde se encuentra La Iglesia de San Antón, el templo
gótico más popular de Bilbao, imagen del escudo de la Villa e intensamente
ligado a su historia.
Junto a La Ría del Nervión y al Puente de San
Antón del S. XIV y
durante siglos el único que cruzaba la ría. Forma parte del escudo
de Bilbao junto con la iglesia,
El Río Nervión y dos lobos de la
casa de Don Diego López de Haro,
fundador de la villa.
Nos llamó la atención La
Hucha Chiquitera. Ahí los bilbaínos depositan la
calderilla que sobra del pago de sus rondas, para donarla a instituciones
benéficas de la villa. Se encuentra en El Edificio de la Bolsa, único punto del
Casco Viejo desde el que se puede contemplar La Basílica de Begoña.
Así como La Fuente del Perro de 1.800 con la
parte de arriba en forma de templete y la pila imitando un sarcófago.
Curiosamente, los animales esculpidos en ella, son leones de estilo egipcio,
que la gente confunde con perros, de ahí el nombre.
Y por fin arribamos al emplazamiento de La
Catedral de Santiago, Patrimonio Histórico y Artístico de España, y una de
las mejores manifestaciones góticas del País Vasco.
Cruzamos el río y nos
adentramos en la parte más moderna, con edificios e iglesias que atraen nuestra
atención.
Uno de Los Hermanos
Tonetti nos da la bienvenida al Parque de Doña Casilda, lugar de ocio y
verdadero pulmón de la ciudad.
En sus inmediaciones
atisbamos La Torre Iberdrola, cual saeta azul disparada hacia el infinito.
La Pasarela del Padre
Arrupe nos permite panorámicas sobre La Universidad de Deusto y sobre El Museo
Guggenheim.
De estructura casi oval, El Museo Guggenheim
es hoy por hoy la más importante seña de identidad de Bilbao.
Su diseñador Frank O. Gehry le dio forma de
barco y lo revistió con escamas de metal
que permiten efectos de luz y reflejos con interesantes efectos ópticos.
Fácilmente apreciables de cerca y desde El
Puente de La Salve, verdadera atalaya privilegiada sobre el museo y sus
alrededores.
En donde destaca la figura de Puppy,
inicialmente efímero pero que gracias al cariño de los bilbaínos y visitantes,
ahí está desafiando las inclemencias del tiempo.
Y cómo no, la impresionante Araña Maman, que,
sobre sus patas de metal, infunde temor a todos los que por allí se asoman.
Continuamos acompañando
al Nervión sobre el que destaca El Puente Zubizuri diseñado por Calatrava que
nos permite además una bella visión de Las Torres de Isozaki.
Por el paseo en seguida
llegamos al emplazamiento del Ayuntamiento de Bilbao construído a finales del
S. XIX en estilo segundo imperio francés.
Todo esto y algo más que
dejamos para que lo descubráis in situ nos permitieron disfrutar de un bonito día
por Bilbao.
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