lunes, 6 de mayo de 2019

Por Teo: Río Angueira, Petroglifos Y Molinos

Los senderistas del Blog Grupo de Andainas Rías Baixas estuvimos por Teo en busca de Los Petroglifos que por allí abundan. 
Dimos comienzo a la búsqueda en Cornide al pie de “A Capela Dos Milagres” y El Cruceiro allí presentes.
Una senda lisa y llana hace fácil el inicio. 
En seguida divisamos un solitario molino y allá que nos acercamos. 
Muy próximo, El Molino de Cornide siente el beso de las aguas del Río Angueira.
Recientes pasarelas de madera y rústicos pontones facilitan el paso del caminante.
Que poco a poco se va adentrando en el boscoso paraje en donde predomina arbolado de ribera, helechos y otras especies. 
Nuevamente las providenciales pasarelas de madera llegan en auxilio del senderista.  
Y allí en pleno bosque sale al encuentro la solitaria figura del “Muiño das Picariñas”. 
Traviesas enredaderas y helechos juegan ahora a subirse por sus ruinosas paredes, mientras el río pasa susurrando un cantar. 
Los llamados “Petroglifos do Río Angueira” protagonizan nuestro primer encuentro con la obra artística de nuestros ancestros.  
Prosigue su paseo el caminante, a veces por caminos pedregosos en donde destacaba el verde y el amarillo de la flor de tojo. 
Altos pinos y también eucaliptos destacando su figura sobre el azul del cielo son testigos privilegiados de nuestro paso.
El camino va serpeando por el terreno y parece querer llevarnos a coger el blanco algodón de las alturas.  
Visitamos también la zona de Petroglifo do Fondao, da Pena Bicuda de Loureiro, de Outeiro Piquiño y Petroglifo do Trono da Raíña cuyo entorno presentaba este aspecto.
En sus inmediaciones un bosque de pinos rompe un poco la monotonía vegetal antes de conocer El Petroglifo de Pena Bicuda de Regoufe.
Continúa el senderista su periplo con alguna empinada cuesta adornada por el telón azul y blanco de las alturas.  
Todo para arribar al enclave en donde se encuentra El Petroglifo do Meau
El día, no demasiado fresco y sin lluvia, resultaba propicio para la caminata.   
Los últimos petroglifos con que nos topamos están en la zona de Outeiro do Corno
Estrechas sendas rodeadas de árboles de altos troncos y desnudas ramas nos van conduciendo de nuevo a orillas del Angueira. 
Allí, en la espesura, todavía nos esperaba la sorpresa del Molino da Bouza besadas sus paredes por las aguas del regato. 
Y poco a poco, llaneando y siguiendo las curvas del camino los senderistas van llegando al final de la ruta. 
Una ruta con indudable sabor a agua, piedra, arte e historia. 
CLICAR AQUÍ Y VER LA RUTA EN WIKILOC 

No hay comentarios:

Publicar un comentario