El Castro da Cidá, en Ribeira es un antiguo
emplazamiento castrexo que dicen estuvo habitado por Los Celtas hace más de
2.000 años.
Se encuentra en la cumbre del Monte de A Cidá,
de ahí su nombre, y las vistas que los senderistas del Blog Grupo de Andainas Rías
Baixas contemplaron desde este rincón son realmente espectaculares.
Pero antes de llegar hasta allí nos dimos un
bonito paseo por las tierras de Ribeira. En él primeramente nos encontramos con El Petroglifo Das Cabras, las cuales se quedaron pasmadas viéndonos pasar a su
vera tan tempranito.
También pisamos sobre La Senda Fluvial del Río
Artes en donde el caminar se hace fácil a través de árboles propios de ribera,
algunos de los cuales cubiertos de hiedra dan especial encanto al entorno.
Y poco después arribamos a uno de los puntos culminantes
de esta ruta, al enclave en donde se encuentra El Dolmen de Axeitos.
Como sabéis es una tumba colectiva que data
del Neolítico, alrededor de 4.000 anos antes de Cristo, por lo que es uno de los
más antiguos y también más grandes y mejor conservados de Galicia.
De nuevo tomamos contacto
con las aguas del río Artes que nos acompaña suave y casi en silencio mientras
contemplamos las retorcidas ramas de los elementos arbóreos de sus orillas.
Encontraréis distintas
pasarelas, tanto de madera como rústicos pontones para cambiar de margen si así
lo deseáis, como sucede por ejemplo cuando nos acercamos al molino de Correa.
Es primavera y los brotes
nuevos van surgiendo por doquier, el caminante, no puede mostrarse indiferente
al prodigio que se renueva año tras año.
Se acerca el senderista
más al litoral y pasamos muy cerca de las famosas Dunas de Corrubedo, cuyo pueblo y
playas divisamos allá en la lontananza desde diversos puntos de la caminata.
Es una delicia poder
contemplar la aguas saladas y azules que llegan a besar la orilla, mientras tú
te encuentras rodeada de verde y más verde.
Porque también El Océano
Atlántico tiene protagonismo en nuestra jornada, con amplias perspectivas para encontrarlo siempre sublime y majestuoso
lo mires desde donde lo mires.
Y desde luego no podéis
perderos todo lo que se ofrece ante nosotros una vez llegados al paraje en
donde se encuentra El Castro Da Cidá.
El Castro en sí, sus casas
e instalaciones, en un lugar realmente único
con una inmejorable situación defensiva.
Y sobre todo espectacular
por la visión fantástica de todo el horizonte con el océano por casi todos
lados.
¡Ah! Y si os acercáis por
allí, andad con sigilo y no despertéis al gigante dormido que se encuentra en
sus inmediaciones…
También os recomiendo
acercaros al llamador Mirador Da Rá en donde podréis continuar disfrutando de
todo lo bonito que la Madre Naturaleza nos ofrece en estos rincones de nuestra Galicia.
El mirador en sí ha sido
recientemente remodelado y también el alma del senderista se renueva con todas
las sensaciones que el lugar y el paisaje nos regalan.
Y poco a poco,
descendiendo retornamos a nuestro lugar de inicio, pasando antes por la
tranquilidad del Parque de San Roque.
Llenándonos de sol y de
brisa marina a través del paseo marítimo. En el agua, serena, los veleros
descansaban mientras la arena esperaba
nostálgica los pasos de los veraneantes.
¡Cómo relaja simplemente
parar y contemplar la calma del mar!
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Pero que bonita é a historia.
ResponderEliminar¡Ola Nardos! Tes toda a razón: ¡Que Bonita É A Historia! ;)
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