El río Te es un río pequeño que, después de
recorrer tierras de Rianxo, vierte directamente sus aguas al Atlántico.
Y para conocerlo, los senderistas del Blog Grupo
de Andainas Rías Baixas, comenzaron a caminar muy de mañana cerca del puerto de
Rianxo en la Ría de Arosa.
Primero callejeamos un poco conociendo el rico
patrimonio de la villa en donde nacieron insignes escritores como Alfonso D. Rguez Castelao,
Rafael Dieste y Manuel Antonio entre otros. Por cierto que podéis conocer las
casas en donde vivieron, las tres en la misma calle.
Asimismo admiramos la Casa Consistorial, El Santuario de Guadalupe, la iglesia de Santa Columba, con un magnífico cruceiro
al frente, y, la ahora biblioteca, antiguamente el pazo do Martelo.
Y ya alejándonos de suelo urbano tomaremos
contacto con los montes cercanos, su verde vegetación y los tesoros que guardan
para el avezado caminante que por allí se acerca. Se trata de diferentes
petroglifos como el de A Foxa Vella o los del Alto Do Pilotiño.
También muestras de los enterramientos de
nuestros lejanos ancestros como los dólmenes de Os Campiños.
El recorrido se camina fácilmente por entre
pinares, eucaliptos, robles, castaños y algún que otro alcornoque.
Y no os perdáis las magníficas vistas que
desde diversos puntos de la ruta se obtienen de la ría de Arosa, Rianxo...
Encontraremos áreas recreativas, fuentes y lavaderos, palomares... No faltan variados elementos de hórreos,
algunos bastante grandes.
También diversos cruceiros, algunos de capilla como
el de Meiquiz.
Para mí, la parte más bonita, es cuando llegamos
por fin a orillas del río Te. Tomamos contacto con sus aguas en una bonita
represa que anima el espíritu del senderista.
A partir de ahí vamos regresando hacia Rianxo
caminando por el margen derecho del río. A nuestro paso salen figuras
escondidas de antiguos molinos, a una y otra orilla.
La senda constituye un remanso de paz y tranquilidad.
Contribuye a ello el propio río con el suave deslizar de sus aguas en gran
parte de su discurrir.
El caminante desliza sus pies por entre la
alfombra de hojarasca que todavía perdura. Variedad de árboles de ribera, alisos, sauces,
álamos e incluso castaños proporcionan su sombra en todo momento.
El senderista cuenta
con diversas pasarelas de madera o pontones de piedra para cambiar de orilla si
así lo desea.
Fantástico el puente de A Laxe.
Arribamos ya a la Playa de A Torre en donde su
fina arena nos lleva a refrescarnos en las saladas aguas del Atlántico.
Pero tenemos que continuar el camino y lo
hacemos a través de una elevada pasarela peatonal.
Que nos deja al pie del Castelo de A Lúa, en
el paseo marítimo. A nuestra derecha el mar, y acompañándonos diferentes textos
de los escritores que tuvieron su cuna en Rianxo.
Cuando llegamos al centro de la villa las
estatuas de estos mismos escritores y también de Rosalía y la propia Rianxeira
nos estaban esperando, incansables en sus jardines. Y, allí en el puerto, la silueta de la Capilla de San Bartolomé.
Y al mirar hacia el mar no pude menos que recordar la copla popular:
Oliñas, veñen,
oliñas veñen,
oliñas veñen e
van...
¡Non te vaias rianxeira,
que te vas a marear!
Y el sábado día 21 de marzo se batió otro récord en el Blog:
ResponderEliminar4800 visitas en un mes.
¡Muchas gracias a todos por seguir ahí!