Y es uno de los lugares
por donde transcurre la caminata que hoy os contamos en El Blog Grupo de
Andainas Rías Baixas. Nuestro punto de inicio lo situamos al pie del Castro de
Chandebrito en Nigrán.
Allí mismo se encuentra
el molino de As Chans que, a través de un pequeño acueducto, recibe el agua de la
presa de A Lapela, situada algo más arriba, ya que no está al lado de ningún río.
También una de las cruces
que antaño daban nombre al lugar y que se creen eran utilizadas para señalizar en donde reposaban los niños enterrados sin haber recibido las aguas del
Bautismo.
Comenzamos después una
ligera ascensión que se realiza cómodamente, a veces por pistas amplias, y a
veces por estrechos senderos rodeados de vegetación a uno y otro lado.
El día se presentó con
buena temperatura para la práctica del senderismo, pero una ligera bruma cubría
la Ría de Vigo, lo que impide un resultado fotográfico nítido. Pero no supuso
ningún impedimento para que el caminante pudiera contemplarla claramente y admirarla desde distintos
puntos del paseo.
Uno de los momentos de más
belleza es llegados al Monte Cepudo. Desde allí podemos seguir admirando la Ría
de Vigo, Las Islas Cíes y la de Toralla.
Diversas
esculturas diseminadas por todo el parque forestal adornan el entorno. Pero también toda la ciudad
de Vigo y varias cumbres como las del mítico Galiñeiro nos observan en la lontananza.
Así mismo, El Cepudo, es uma magnífica
atalaya para contemplar a su gemelo el Monte Alba y la ermita que corona su
cumbre.
Podemos acceder hasta él
a través de una escalera y, una vez allí, aprovechar su condición de magnífico
mirador: nuevos éxtasis de belleza se ofrecen a la vista del senderista. Desde aquí veremos todo Vigo, su ría, las
Islas Cíes, el Océano Atlántico, parte del Val Miñor y toda la Sierra del
Galiñeiro.
De vuelta en Chandebrito,
nos decidimos a explorar el Monte del Castro, llamado así, como bien podréis
deducir, porque allí se emplazó un antiguo castro del cual, infelizmente, quedan
pocos vestigios. Desde allí nuevamente se nos
ofrece el espectáculo de la ría de Vigo por un lado y, al otro, el valle en que
se encuentra Chandebrito.
Descendemos por el lado
contrario al de subida y lo hacemos por una curiosa escalera de acceso.
El caminante puede observar los molinos de O
Regueiro, que se encuentran en la ladera del promontorio. Y en el pueblo distintos hórreos, antiguos lavaderos y fuentes diversas.
Y el senderista dirige
ahora sus pasos hacia La fraga de Rodas. En su entrada las ruínas de un viejo
molino y el regato del mismo nombre.
En nuestro caminar también
nos encontramos una curiosa roca que resguarda el tesoro de un molino navicular,
exponente de la época rupestre.
Otro de los puntos
culminantes de la ruta es el que yo llamo mirador de la caseta. Desde él,
incluso a través de la nieblina, se divisa perfectamente toda la costa de Bayona,
Panxón, Monteferro…¡Y El Atlántico en todo su esplendor!
Ya nuestra brújula va
señalando hacia el final de nuestro paseo. Pero todavía seguimos encontrándonos
vestigios de nuestro pasado ancestral como son diversos petroglifos como el de O Rapadouro, el de O Preguntoiro y el de Rabete.
Y, cómo no, otros propios
de la arquitectura religiosa como la iglesia de San José.
Ayer Lunes 9 de marzo se batió el récord de visitas del blog en un solo día:
ResponderEliminar300 visitas.
¡Muchas gracias a todos, amigos y lectores por estar ahí acompañándonos virtualmente semana tras semana!
Que preciosidad de paseo.
ResponderEliminarQue preciosidad de paseo.
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