lunes, 20 de mayo de 2019

7 Puentes De Portela Do Homem, Mata Da Albergaria

En esta caminata conoceremos siete puentes sobre aguas turbulentas. 
Le dimos inicio en Portela do Homem, Portugal, en donde ya nos tropezamos con los miliarios de La Milla XXXIV, vestigios de la calzada romana Vía Nova.  
La senda se presenta ascendente y cómoda para el caminante.  
A lo lejos las solitarias montañas se perfilan como telón de fondo inicial de la caminata. 
Es primavera y las florecillas silvestres colorean y alegran el paso del caminante. 
Mil colores y olores de flores se acercan a nosotros regalándonos palpitaciones de entusiasmo y de sosiego.  
Llenándonos y emocionándonos hasta el alma con la amplitud de su colorido y belleza. 
De vez en cuando la mancha ora blanca, ora azul del Río Homem, cercano o más lejano se dibuja en la lontananza.  
Momentos hay para divisar el a veces verde, a veces azul y tumultuoso discurrir de las aguas desde auténticas atalayas privilegiadas. 
El camino es seguro, la senda variopinta. Troncos y ramas secas también son testigos del encuentro de Humanidad y Naturaleza aquí, en esta masa forestal de Marta da Albergaría.  
La alegría y la calma dominan y acarician el entorno cuando Los Senderistas del Blog Grupo de Andainas Rías Baixas avistamos el primer puente algo desvencijado y camuflado en la vegetación dominante. 
Haced un alto en el camino. La cascada, la poza, el verdor, la humedad, los aromas, la brisa,… bien lo merecen. 
¿Y qué decir una vez llegados al segundo puente con la segunda cascada?  
El agua corre risueña y serena mientras los verdes y azules de otras tierras se añaden a la paleta con la que pintamos caminos de antaño y de siempre. 
Caminando bajo la sombra de la arboleda los miliarios de la Milla XXXII nos salen al encuentro. 
Mientras el cuerpo se refresca en el agua de La Fuente Da Balsada, la imaginación puebla de hadas y duendes la senda solitaria y el río pasa susurrando un cantar. 
Llega el momento del tercer puente. En este caso sobre El Río de Maceira
Sus aguas, traviesas, se alegran de nuestra presencia, llaman al caminante y lo animan a unirse a su juego.
Muy cerquita aguarda el cuarto puente y permite cruzar sobre El Río do Forno
Lo que no podéis perder es todo lo que se nos ofrece una vez arribados al quinto puente, curiosamente llamado “Ponte Feia”. 
A sus pies las esmeraldas aguas del Río Homem en cascada descienden vertiginosamente por los escalones de su lecho. 
El caminante con el corazón palpitante se acerca sin miedo al rumoroso líquido, las agujas del tiempo paradas, solo respirando el momento. 
Todo suena a vitalidad y energía transmitida por el vertiginoso fluir. 
El senderista continúa su periplo siempre más allá entre la sombra del bosque y las piedras milenarias dejadas por los romanos en La Milla XXXIII
La senda serpeante lo lleva hasta el sexto puente sobre El Regato de Monção con viejas historias sonando incesantes en sus cantos rodados y entre el arbolado. 
A un tiro de piedra El Puente de San Miguel, el séptimo, con su arqueada silueta de madera.
El Río Homem reconoce a los caminantes, los saluda y agradece su visita con la canción verde esmeralda de sus aguas.   
Con alegría sigue el senderista la variopinta ruta, ahora en ligero ascenso. 
Cerrando así un círculo de regocijo y entusiasmo que aún suena en nuestro recuerdo y que allí permanecerá con serenidad y sonrisa durante largo tiempo.
CLICAR AQUÍ Y VER LA RUTA EN WIKILOC
CLICAR AQUÍ Y VER TODAS LAS FOTOS DE LA CAMINATA 

No hay comentarios:

Publicar un comentario