Y henos ya saliendo de Hornillos del Camino para arribar a Castrogeriz en nuestro peregrinar por El Camino Francés a Santiago.
Dimos el pistoletazo de salida al pie de La Iglesia de San Román del S. XVII en Hornillos del Camino que se destaca de las demás construcciones prácticamente alineadas en torno a la calle principal.
La mañana
apareció fría y el peregrino recorre los primeros km arrebujándose en sus ropas
al tiempo que acelera el paso para ir calentando músculo.
El camino se
presenta suave para el caminante que va encontrándose distintas cruces
diseminadas a lo largo del sendero
Ya sea de forma
individual
O de forma
conjunta
De repente, así de la nada, la localidad de Hontanas surge ante El Peregrino.
Nos detenemos a
la entrada para conocer La minúscula Ermita de piedra dedicada a Santa Brígida
que al parecer ya realizó el camino junto con su marido allá por el S. XIV.
Y ya nos
deslizamos pendiente abajo por La Calle Real de Hontanas, villa
de numerosas fuentes como así lo indica la etimología de su
nombre, para visitar La Iglesia de La
Inmaculada Concepción construida
primitivamente en Estilo Gótico, en el S. XIV, aunque reformada neoclásicamente a
lo largo de los tiempos.
Continúa su ruta el caminante ya entonado su cuerpo con la tibieza
de los rayos del sol y alegrado con la variada paleta colorida del
paisaje.
Y con la
visión del Torreón de Hontanas, símbolo del poderío de los dueños de estas
tierras en épocas pasadas.
El caminar
continúa siendo fácil y agradable por la llanura castellana.
En un
recodo del camino el peregrino se encuentra con las ruinas del Convento de San
Antón antiguamente perteneciente a La Orden de los Hermanos Hospitalarios de San
Antón.
La
construcción original es del S. XII, pero las ruinas que vemos en la actualidad
son del S. XIV con características góticas.
Se conserva un doble arco por el que hoy pasa el
Camino, la portada de la iglesia y la alacena donde los monjes antonianos
dejaban comida y bebida a los peregrinos que llegaban más tarde del cierre.
Una vez
saciada nuestra curiosidad proseguimos nuestro periplo oteando en el horizonte
la siguiente localidad de la ruta.
Se trata
de Castrogeriz, nuestro fin de etapa, considerado uno de los pueblos más
bonitos de España que nos recibe con su buque insignia: La Colegiata de Santa
María del Manzano con la silueta del Castillo recortándose en lontananza.
Edificada sobre restos de varias construcciones anteriores, en ella se
combinan a la perfección la fábrica original protogótica, del S. XIII, con sucesivas
reformas posteriores.
Destaca
su Portada Principal, de Estilo Gótico con un arco abocinado, arquivoltas de
basa y capiteles decorados con vegetales. Sin desdeñar el magnífico Rosetón.
La
portada meridional es Renacentista y la torre presenta un cuerpo inferior
románico y un campanario reformado en el S. XVIII.
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