En Enero de 2020 estuvimos conociendo maravillas como ésta en Castilla León.
Iniciamos nuestro tour en
Támara de Campos, provincia de Palencia, en donde se pueden ver vestigios de
Las Murallas del S. XI. La Puerta del Caño formada por un
doble arco apuntado al exterior nos introduce en su
casco urbano cerrado y de trazado medieval.
A su lado La Fuente del
Caño, de estilo renacentista funciona como abrevadero para animales.
De rico pasado histórico se cree que fue en
Támara de Campos en donde se forjó la primera unión de los reinos de Castilla y
de León. Gracias a su rico patrimonio, en 1998 fue declarada Conjunto Histórico
Artístico. En La Plaza Mayor se alza La Iglesia de San
Hipólito el Real, con dimensiones propias de una catedral.
Construida entre los S. XIV y XV en la época
de transición del Gótico Tardío al Renacimiento. El elemento más destacado en el
exterior es su grandiosa torre de forma cuadrada con la parte superior rematada
por una balaustrada y pináculos piramidales terminados en bolas.
Aunque todo en ella merece echar la vista
hacia arriba para no perder ninguno de sus detalles.
En su interior admiramos retablos varios,
relieves, rejerías, sillerías,…
Y sobre todo su Púlpito de estilo Gótico
Tardío, que presenta decoración mudéjar y tornavoz renacentista, su Pila Bautismal Gótica, El Coro, una de las grandes joyas de la iglesia, así como el Órgano Barroco sustentado únicamente por una columna.
A su vera se sitúa La Iglesia del Antiguo Hospital de los Peregrinos, también llamada Iglesia del Castillo. Construida por La Orden de San
Juan de Jerusalén en el S. XII. Contaba con un hospital para atender a los
peregrinos que caminaban hacia Santiago de Compostela.
Accedemos a ella
subiendo unos cuantos peldaños. Desde su situación tenemos una bonita
panorámica de la localidad situada en Tierra de Campos y también de la majestuosa
San Hipólito.
Actualmente alberga El Ayuntamiento del Municipio y El Museo Etnográfico. Se accede por
una puerta con varias arquivoltas de medio punto. Bajo la espadaña se levanta
un arco de medio punto que aún conserva parte de la decoración original.
Era pleno invierno, hacía mucho frío y hasta
algunos copos de nieve quisieron unirse a la visita.
Continuamos viaje y nuestro siguiente punto de
interés lo hallamos en Frómista, al pie mismo de la carretera: un conjunto de
esclusas ovaladas compuestas de cuatro vasos consecutivos del Canal de
Castilla, utilizado para la navegación.
Constituyó la principal obra de ingeniería
civil del S. XVIII en La Ilustración Española, con el impulso de Fernando
VI, que buscaba acercar Castilla al Mar Cantábrico para dar
salida a los productos castellanos, debido a las pésimas comunicaciones
terrestres.
Las compuertas facilitaban salvar un desnivel
de casi 15 metros.
Pero la apertura de la línea férrea con un trazado casi paralelo al del Canal
motivó su declive como medio de transporte. Hoy en día es reclamo turístico y
fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico en
1991.
Ya en la villa, el viajero no puede más que
extasiarse contemplando La Iglesia de San Martín de Tours, también conocida
como Iglesia de San Martín de Frómista, verdadera Joya del Románico y declarada
Monumento Nacional en 1984.
Datada aproximadamente en el S. XI pertenece
al arte medieval, en concreto al Arte Románico. Se trata de una iglesia con
planta basilical compuesta por tres naves de bóvedas de cañón, de diferentes
tamaños y separadas entre sí por medio de pilares compuestos.
El interior, con poca iluminación, es célebre
por sus capiteles, casi todos
diferentes, labrados con un extenso surtido de imágenes sacras y
profanas así como con ornamentación vegetal y geométrica.
Curiosead por la iglesia y seguramente
encontraréis trazas de su policromía original, y no dejéis atrás el Cristo
Gótico del S. XIII.
En la decoración exterior sobresale la gran
cantidad de canecillos con gran libertad temática, con figuras humanas, de
animales fantásticos, temas grotescos e
incluso eróticos,…
Aparte, en los frisos, arquivoltas y en el
exterior de los ábsides se aprecia “El Taqueado Jaqués” o “ajedrezado” consistente
en una decoración a base de cuadrados, unos hundidos y otros salientes de forma
alterna, dispuestos en líneas paralelas, similar a un tablero de ajedrez.
Pero Frómista, situada en pleno Camino Jacobeo, no es sólo San Martín. También conocimos La Iglesia de San Pedro. Iglesia Gótica que comenzó su construcción en el S. XV.
Posee una torre de cuatro cuerpos, de aspecto
rotundo y macizo. Uno de los elementos más interesantes del exterior es La Portada Renacentista, trazada por Juan de Escalante a mediados del S. XVI.
En el interior, tres naves divididas por
pilares fasciculados soportan bóvedas de crucería estrellada con combados.
En ella se conserva una reliquia de San Telmo, patrón de la gente del mar,
nacido en estas tierras y cuya figura encontramos en El Retablo Mayor.
En ella encontramos El Museo de Arte Sacro en
donde se guardan las magníficas Tablas Hispano- Flamencas del Retablo de Santa
María del Castillo, después de haber sido recuperadas, pues habían sido robadas
por el famoso ladrón de arte, Erik El Belga, y objetos como La Patena
protagonista del Milagro de la villa de Frómista.
Movidos por la curiosidad nos acercamos hasta
La Iglesia de Santa María del Castillo. De estilo Gótico Tardío la encontramos
en la parte más elevada de la villa, en el lugar donde se asentó el antiguo
castillo de la localidad, de ahí su nombre.
Posee tres naves separadas por pilares con
bóvedas de crucería estrellada y nervios combados. Era famoso su Retablo Mayor
formado por 29 tablas hispano-flamencas, pintadas bajo doseletes góticos.
Debido al robo ahora se encuentra desmantelado. Cuando nosotros la visitamos,
asistimos a un espectáculo multimedia que nos daba una idea de cómo era todo
antes del robo. ¡Una verdadera maravilla, ahora perdida!
También nos desplazamos hasta Astudillo para
conocer El Convento de Santa Clara, fundado por María de Padilla en 1354.
De una sola nave, con ábside poligonal con
contrafuertes, es de estilo Gótico-Mudéjar, reconstruido en el S. XX. Destaca El Retablo Mayor Plateresco y su Artesonado Mudéjar.
A los pies se encuentra El Coro con El Panteón Gótico con yeserías donde estuvo enterrada María de Padilla.
Adosado al convento veréis un torreón
perteneciente a la muralla y El Palacio de Pedro I, El Cruel, amante de María
de Padilla, a la que nombró esposa y reina un año después de su muerte. Acondicionado
como museo, en él vemos alfarjes y yeserías mudéjares, muebles, orfebrería,
escultura y pintura de entre los S. XIV al XVIII, y una Colección de Belenes.
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