En esta caminata Los
Senderistas del Blog Grupo de Andainas Rías Baixas tenemos como compañero de
fatigas al Río Miño.
Dimos comienzo en un área
recreativa al pie de La Iglesia de Santa Baia de Laias, románica del S. XII, en cuya portada podemos leer: "Esta es iglesia de refugio sagrado", cerca del balneario.
Allí mismo tomamos
contacto con el Miño que se nos muestra apacible y relajado.
Inicialmente la senda es
fácil, adornada por diversos elementos vegetales.
Estilizados árboles
adornan el lugar y tapices de hojas secas se ofrecen a los pies del caminante.
El seco crujir al pisar
sobre ellos compone la melodía de nuestro caminar.
El cielo y el agua
comparten colorido mientras silenciosas barcas descansan en la orilla.
Casi sin darnos cuenta
vamos ascendiendo sin prisas, acompañados nuevamente por la música de la
hojarasca.
La vegetación circundante
cambia de elementos pero no de belleza.
Y son varios los momentos
en que los pinos nos rodean.
Así como los
momentos en que obtenemos una bonita visión del Miño algo lejano ya.
Descendemos
paulatinamente para adentrarnos en tierras de Razamonde en donde priman las cepas del Ribeiro
alcanzando de nuevo las orillas del padre Miño.
Un práctico pantalán nos
permite acercarnos de nuevo a sus aguas y contemplarlas a placer.
Descansar y desconectar… ¡E
incluso podemos llegar a tocar las aguas si así lo creemos oportuno!
¡Es un verdadero festín
para los sentidos el poder estar allí viviendo ese momento!
Nuevos elementos
vegetales, alcornoques entre ellos, e incluso el tren, se añaden a la ruta dándole
más variedad.
Nos lo tomamos con calma…
¡Hay que disfrutar del lugar!
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