Y como quien no quiere la
cosa nos encontramos ya en La Explanada de Les Invalides.
Desde ella se tienen
bonitas vistas sobre Le Grand Palais y el majestuoso Pont Alexander III.
Cuando entramos no
podemos dejar de fijarnos en su imponente aspecto, las sólidas columnas y una
fantástica cúpula dorada coronándolo todo.
Aquí se encuentra La Tumba del propio Napoleón Bonaparte que desde su atalaya lanza su mirada
intimidatoria sobre los visitantes.
En él también se alberga
El Museo del Ejército y ya en la entrada y en el grandioso patio vemos algunas muestras de
ello.
De ahí partimos hacia
nuestro destino final: La Tour Eiffel a la que iremos avistando por entre los
edificios.
Por el camino nos
encontramos La Plaza de Salvador Allende
y su refrescante fuente.
Y bonitos edificios de
piedra como los que albergan La Escuela Militar, La Estatua Ecuestre del
Mariscal Joffre,..
Ya en el Champ de Mars
tenemos nuestro primer y emocionante encuentro con El símbolo por excelencia de
París: La Tour Eiffel a la que vemos
allí, imponente, plantada al borde del Sena.
Paseando hasta ella
observamos El Muro Para La Paz y contemplamos cómo turistas valientes se lanzan
en tirolina hasta él desde lo alto de la mismísima torre.
Cada vez La Tour Eiffel
está más cerca, casi podemos tocarla.
Conocimos El Monumento a
Los Derechos del Hombre sintiendo en cada momento la presencia de La Torre que
nos esperaba.
Especial emoción la
vivida cuando por fin nos situamos debajo de sus famosos hierros conocidos por
primera vez con ocasión de la Exposición Universal de 1889
y que se elevan a 324 m de altura.
Si pasáis por allí seguro
que también sentiréis nuestras mismas sensaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario