Ayer
estuvimos caminando con nuestros amigos de Marco de Canaveses, Portugal, A Associação dos
Amigos do Rio Ovelha.
Por estas alturas del mes
de mayo organizan un "Festival de Percursos". Este año era La V edición y
nosotros hemos asistido a cada una de las cinco.
Este año nosotros
elegimos el PR6, Caminhos de Tongobriga, ruta que nos lleva a conocer las
tierras que rodean este que fue asentamiento romano y que allá a comienzos del
S. II d. C era toda una ciudad en pleno apogeo.
En ella podemos encontrar
la forma de vivir del Portugal de antes, con casa pequeñas, de piedra, con la
eira para secar y desgranar el maíz, y el hórreo como fiel escudero.
También veréis la forma
especial de sus palleiros, más alargados que los nuestros y hechos con la caña
del maíz.
No faltan los viejos molinos.
En uno de los cuales
tomamos una instantánea de grupo para el recuerdo de este día tan bonito.
Fijaos qué bonito el
paraje en donde localizamos este molino de cubo.
Hay momentos en que
caminamos al borde de una levada.
O al lado de conducciones
de agua que sorteamos caminando por pasarelas de madera puestas al efecto.
Y siempre, siempre, con
seguridad.
También llevará sus pasos
el caminante teniendo por vigilantes las cepas de los ricos vinos que por aquí
se cultivan.
Aunque también hay lugar
para paisajes más desprovistos de vegetación pero no exentos de encanto.
Uno de los momentos más
bonitos del recorrido es cuando, para seguir caminando, nos vemos obligados a
pisar las piedras de estas poldras.
Están algo separadas pero
no hay peligro ninguno. Es realmente emocionante estar haciendo lo mismo que
hace años las personas que por aquí se aventuraban para realizar sus tareas
cotidianas.
El camino es muy fácil y por
momentos nos deslizábamos en fila de a uno.
También hay ocasiones en
que caminamos a solas con nuestros pensamientos.
Simplemente dejándonos
llevar regalando nuestra vista con coloridos tapices como éste.
Ya cerca del lugar de
Tongobriga comenzamos a ascender ligeramente y lo hacemos encajonados entre
muros de piedra.
En esta ocasión, los
olivos se unen a la amplia variedad de elementos arbóreos.
Cuando avistéis esta
bonita construcción sólo un paso os separa del antiguo Imperio Romano.
Y también de La Iglesia de Santa María do Freixo.
En donde hicimos una
pequeña pausa para reagrupar a todos los caminantes.
Así pudimos detenernos en
algunos delicados detalles de puertas y ventanas.
No podía faltar otra vez la
foto colectiva.
Una vuelta a La Capela da
Sra Aparecida, cuyos restos todavía reflejan la espiritualidad de estas tierras.
Y los campos que la
rodean.
Como veis, una ruta
cortita pero en donde encontraréis toda una serie de elementos que os harán
disfrutar.
Sobre todo
si se realiza en tan estupenda compañía como nuestros amigos marcoenses.
Muito Obrigada, AARO, Gil Reis, Armênio Moura, Fernando Teixeira, Américo Vieira, Cristina Coutinho, Helder Santo, Abraão Ribeiro, Antonio Mendes, Sandra Sousa, Ariana Mendes, Joaquim Teixeira, Nelson Pinto e todos Os Amigos do rio Ovelha, Com os que continuamos ligados por tantos laços, tantas vontades e tantas ternuras que nenhuma distância consegue separar A todos Os Amigos, Muito Obrigada pela simpatia!
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