Este fin de semana
estuvimos caminando por tierras de Portugal, visitando Pitões das Junias y el
cercano Embalse de Paradela.
Comenzamos a caminar en
el mismo Pitões das Junias una de las aldeas más altas de Portugal y una de las
más visitadas del Concello de Montalegre.
Inicialmente callejeamos
a través de sus estrechas calles entre casas de paredes de piedra.
Conociendo los distintos
elementos de su Eco Museo, como "a corte do boi", el
molino, el horno comunitario…
Y deteniéndonos en numerosas ocasiones con
detalles que nos llamaban la atención.
Dimos paso después a una
bonita caminata que nos llevó a través de un paisaje cambiante a cada paso.
Así hubo muchos momentos
en donde nos veíamos rodeados de altos y frondosos robles.
Que la primavera se está
encargando de cubrir con ropajes verdes de distintos matices.
Ocasiones hubo en que la
alegría de las flores silvestres contagiaba a los senderistas.
Oíamos el zumbido de las
laboriosas abejas realizando su tarea.
A veces nuestros pies nos
llevaban por senderos amplios.
Incluso recias columnas
pétreas nos daban la bienvenida a sus dominos coloridos con el amarillo de las
retamas.
Pero en ocasiones la
senda se estrechaba caminando por el sitio justo para echar un pie delante de
otro.
El suelo sobre el que nos
deslizamos también es muy variado con piso de tierra.
Acompañado o no de manto
vegetal.
Algún que otro regato
también hay que sortear. A veces por pequeños pontones.
O simplemente sobre
piedras que facilitan nuestro transitar.
No faltan las losas de
piedra.
Que en ninguna manera
entorpecen el paso del caminante.
Y que a veces nos llevan
hasta puentes de madera.
Sobre cuyas tablas es
evidente el paso inexorable del tiempo.
Para mí, uno de los
momentos espectaculares de la ruta es cuando se va paralelo al embalse de
Paradela.
Puede ser por la
coincidencia de colores: el celeste en el cielo, el azul de las aguas, mi
sudadera…
Y quizás por ser
primavera y que todo su colorido se nos mostraba en las cercanías.
El agua como veis está
muy presente en nuestro recorrido. Ya sea con el embalse, ya pequeños regatos,
ya con El Río do Campesinho que vamos encontrando en diversos momentos.
Uno de ellos constituye
otro de los momentos cumbre de la caminata.
La famosa Cascada de
Pitões das Junias que forman las aguas del Regato de Pitões cayendo
majestuosamente.
Para llegar hasta ella tenemos
que recorrer una pasarela-escalera de madera que va descendiendo hasta llegar a
nuestro objetivo.
Como veis es una caminata
muy completita. Hasta cuenta con un Foxo do lobo. Pertenece al lugar de Parada
y dicen que data del S. XV.
Y a medida que vamos
sendereando encontramos salpicadas aquí y allí esos montoncitos de piedra,
delimitando la senda y que en Portugal llaman “mariolas”.
Y no puede faltar el
elemento religioso muy bien representado por El Monasterio de Santa María de Júnias.
Es cisterciense y se
piensa que fue construido a finales del S. IX.
Se encuentra en un paraje
fantástico a donde acuden los habitantes de Pitões y de los alrededores cada
15 de agosto a celebrar una popular romería.
Justo a su lado corren
las aguas del regato do Campesinho en una de cuyas riberas reposa ahora El
Molino del Monasterio.
Por éstos y muchos otros
detalles que descubriréis caminando por allí una ruta llena de encantos que
merecen ser conocidos.
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