El Castro de Baroña es un
asentamiento de La Edad de Hierro en el concello de Porto Do Son, A Coruña.
Está erigido en un lugar
de gran belleza teniendo al mar como gran compañero.
Es uno de los castros
mejor conservados de Galicia y está declarado Patrimonio Artístico Nacional y Bien de Interés Cultural.
Es un ejemplo
perfecto de castro marítimo por lo que los arqueólogos creen que sus habitantes se
alimentaban de pescados y mariscos aunque no en exclusiva.
Allí podemos ver perfectamente sus murallas
defensivas para evitar al enemigo.
Construcciones que servían de escalinatas de subida
y bajada por el poblado dividido en dos.
Y también, claro está, estructuras con forma de elipse y circulares que servían de
viviendas familiares.
Su emplazamiento se
encuentra en una península rocosa que podemos explorar buscando formaciones
curiosas, escuchando el canto rumoroso del mar.
Por ejemplo aquí, si buscáis
en su interior encontraréis los latidos de su corazón.
Mientras sentimos la emoción de pisar el mismo suelo que hace miles de años pisaron nuestros ancestros!
Pero nuestra ruta no es sólo sobre el castro. Así, también pisamos la fina arena de la playa que baña sus cimientos.
Pero nuestra ruta no es sólo sobre el castro. Así, también pisamos la fina arena de la playa que baña sus cimientos.
Contemplamos los pedruscos que dentro de cientos de
años serán simplemente granos de esa arena.
Caminamos por estrechos senderos rodeados de
pinos.
Subimos la escalinata de acceso a La Iglesia de San
Pedro de Baroña, muy bien acompañada de diversos hórreos, un cruceiro y una
fuente.
Admiramos la capacidad artística de nuestros ancestros
en Los Petroglifos de A Gurita.
Por cierto que desde allí tomaréis un primer contacto
con la hermosa silueta gris del Monte Louro.
¿Verdad que es bonita esta combinación de colores?
¿Y esta otra? ¿Verdad que también os gusta?
Pues esta visión de La Ría de Muros y Noia, el monte
lejano, el cielo, la vegetación de primavera nos acompañarán largo rato en nuestro
caminar.
Y serán casi una constante en esta ruta que hoy os
dejamos en El Blog Grupo de Andainas Rías Baixas.
Pudiendo contemplarlos a lo largo de muchos km de
nuestro recorrido.
Tanto cuando vamos ascendiendo paulatinamente,
serpeando con el sendero, como cuando ya el descenso pone alas a nuestros pies
de caminantes.
No dejéis de acercaros hasta el lugar en donde se
encuentra El Cruceiro de Montemuiño en donde, en agosto, se celebra una romería
en honor A Virxe do Leite, a la que está dedicado.
Pasamos
por lugares habitados, también por lugares solitarios, en uno de los cuales nos
sorprendió la belleza de este molino envuelto en flores blancas.
Caminaremos
por enclaves sombreados y estrechas congostras.
Nuestros
pasos nos llevarán por sitios más soleados y también habrá momentos en que el
sonido del agua sonará a nuestro lado.
Hasta
sortearemos algún que otro pequeño regato contento de que alguien conozca su
existencia solitaria.
Todo
para ir acercándonos cada vez más al mar, ese día un auténtico tapiz de color
azul claro.
Aproximándonos
de nuevo Al Castro de Baroña, allí impertérrito viendo pasar los siglos.
El
entorno se encuentra ennegrecido debido al incendio por aquí ocurrido, pero
nunca exento de belleza y encanto.
Saludaremos
a las cañas de la senda litoral que nos aconsejan un ritmo de calma con su vaivén
acompasado.
Nuestros
pies se hundirán en la fina arena de La Playa de Arealonga, en un estallido festivo para los
sentidos.
Las
rocas pintadas con los colores azul y rojo de La Senda Local del Castro, sentirán
el sonido de nuestras pisadas.
Proporcionándonos
estupendos miradores sobre el azul océano, La Ría y sobre la maravilla del Castro
de Baroña.
Castro de Baroña, un
lugar realmente mágico y único al que sin duda volveremos.
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