El Río Verdugo riega las tierras de Ponte
Caldelas por las que transcurre la caminata que realizamos los senderistas del Blog Grupo de Andainas Rías Baixas.
El inicio y el final coinciden con el
denominado “Sendeiro azul do Río Verdugo” que ayer se nos mostraba
particularmente lleno de vida y belleza.
El sendero comienza en Ponte Caldelas al pie
del antiguo balneario, hoy ya inexistente. Allí mismo el río nos muestra esta
estampa.
Después vamos caminando siempre pegaditos al río,
pasaremos debajo de una pasarela peatonal y nos encontramos con este majestuoso
puente.
Llegados a La Playa Fluvial A Calzada
recordamos que fue la primera playa fluvial en conseguir la bandera
azul. Así como este sendero se trata del primer sendero azul de interior de
toda España.
Ayer era un placer contemplar las aguas en
movimiento del Verdugo.
Aunque en este primer tramo el Verdugo suele
mostrarse tranquilo y relajado al caminante.
¡Fijaos qué preciosidad de caminito!
He de decir que para mí uno de los momentos más
interesantes de esta parte de la ruta es cuando tenemos que cruzar de orilla y
lo hacemos por las poldras o piedras acondicionadas para ese efecto.
Y lo hacemos en varias ocasiones. Primero en Los Pasos de Porto de Abaixo para acceder al margen izquierdo del río.
Después sobre Los Pasos de A Larpea, de poca longitud sobre
un pequeño regato.
Y por último saltando sobre Los numerosos e impresionantes Pasos de Portasouto.
Y ayer, con el río pleno de caudal, era
todavía más emocionante el deslizar nuestros pasos sobre ellos.
¡Fijaos qué bonito iba el río!
Pues la senda que nos conduce hasta los pasos
está llena de momentos mágicos como éste.
¿Y qué me decís de este otro?
¡Una verdadera gozada estar allí!
Y poder disfrutar de instantes
inolvidables.
Después de las últimas poldras, nosotros,
abandonamos momentáneamente El Sendero Azul en La Carballeira de Portasouto y fuimos al encuentro del lugar en
donde el Verdugo se transforma en un niño saltarín y juguetón.
Ofreciéndonos este magnífico espectáculo de
sonido, luz, color y vida.
Todavía con las imágenes del Verdugo en la mente, arribamos
al enclave en donde se encuentra este Foxo do Lobo, parcialmente reconstruído y
que nos permite imaginar las escenas que a su alrededor se vivían no hace mucho
tiempo.
Poco después nos volvemos a encontrar con el líquido
elemento proporcionado de nuevo por el Verdugo en forma de pozas y rápidos.
Y sucede justo en el paraje en donde El Río
Calvelle, uno de sus afluentes, le ofrece su regalo en forma de agua pura y
cristalina.
En la senda que seguimos a continuación nos
van a ir apareciendo una serie de molinos que, junto con el Calvelle y el enclave en donde se
encuentran, constituyen otro de los momentos mágicos de la caminata.
¡Fijaos qué bonito se deslizaba el río
Calvelle en ese lugar!
¿Véis ese molino ahí casi escondido?
Pues a unos pasitos de él se nos ofrece esta
sorpresa en forma de cascada.
Todavía hay más molinos esparcidos a una y
otra orilla del Calvelle. A algunos de ellos llegamos después de atravesar esta
pontella.
Bajo la cual las aguas van calmas y
serenas.
Y ya los últimos molinos que visitamos son Los Molinos de Calvelle cerca de ese lugar y también en un precioso paraje.
Después de todas estas experiencias sentidas y
vividas vamos iniciando el regreso al sendero azul que retomamos en La
Corredoira da Sorreira.
En el paseo fluvial el pescador continuaba en
el mismo sitio esperando que picasen las truchas.
Y nosotros regresábamos con el alma llena
de los magníficos e inolvidables momentos vividos.CLICAR AQUÍ Y VER LA RUTA EN WIKILOC
Ayer Lunes 28 de noviembre se batió el récord de visitas al blog en un solo día con 346 visitas. ¡Muchas gracias a todos por estar ahí!
ResponderEliminarMary Carmen y Jose