Guadalajara es una ciudad
castellana cercana a Madrid y que está llena de hermosos monumentos que la
dotan de un encanto especial.
Este que veis aquí es El
Palacio del Infantado, construido a finales del S. XV y de estilo gótico
isabelino aunque con matices renacentistas. Nos encanta su fachada adornada con
figuras representando puntas de diamantes, pero todo él es una verdadera
joya.
Y grandioso es su Patio de
Los Leones.
Muy cerca de él se
encuentra El Torreón de Alvar Fáñez llamado así por el compañero de batallas
de El Cid Campeador. Es de estilo árabe y curiosamente en su estructura tiene 5
paredes imitando la quilla de un barco para posibilitar una mejor defensa.
Guadalajara es rica en
manifestaciones religiosas en forma de iglesias y capillas. Si entráis en La
Iglesia de Santiago buscad unos dragones que por allí moran. ¡A ver si los
encontráis!
Pues resulta que por aquí
también caminó Santa Teresa como fundadora de Las Carmelitas Descalzas pues
vino a poner la primera piedra del Convento de San José.
Sin lugar a dudas no
podéis dejar de visitar el interior del Palacio de La Cotilla en donde se
encuentra un maravilloso Salón Chino cuyas paredes están decoradas con papel pintado en
donde se narran escenas de la vida feudal.
A dos pasos hallaréis La
Concatedral de Guadalajara en donde destaca su torre de mampostería recubierta
de ladrillo.
Y también estas soberbias
columnas que nos recuerdan el período clásico griego.
¡Ah! Un dato a tener en
cuenta: los últimos días de octubre es buen momento para acercaros a
Guadalajara pues diversos lugares emblemáticos como La Plaza de Santa María,
delante de La Concatedral sirven de marco incomparable para la representación
de Don Juan Tenorio, a la que nosotros tuvimos la suerte de poder asistir.
Acercaos también hasta El
Fuerte de San Francisco. Bajo su ábside de estilo gótico podréis visitar La
Cripta, panteón de La Familia Mendoza construída a semejanza de El Panteón de
Los Reyes de El Escorial.
Asimismo nos quedamos muy
sorprendidos con la grandiosidad del Panteón De La Condesa de La Vega de finales
del S. XIX, principios del XX y que realmente os recomendamos .
¡Por estos y otros muchos
detalles que descubriréis vosotros mismos Guadalajara bien vale la visita!
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