Continuamos nuestra peregrinación a Santiago
de Compostela realizando la etapa Redondela- Pontevedra.
Salimos de los alrededores del albergue de
peregrinos y primeramente callejeamos por Redondela.
Para continuar con el
camino en sí en una etapa bonita en donde nos vamos a encontrar de todo un poco.
No faltan los senderos
bajo la sombra acogedora de distintas especies arbóreas.
Tramos en donde el
traqueteo de los carros en sus labores de antaño dejaron su huella sobre la
dura piedra.
Instantes para recogerse
en solitario.
Momentos en que nos
unimos a otros peregrinos llegados de otras tierras y que tienen la misma meta
que nosotros.
La mayoría realiza el
camino a pie, pero también nos encontramos con peregrinos en bici.
Y no es infrecuente el
paso de romeros a caballo.
A lo largo de la etapa
son varios los hitos que nos llaman la atención Destacar por ejemplo El Puente
de Pontesampaio.
En donde os relajaréis y podéis daros un respiro con una visión más "marinera".
La multitud de cruceros
y hórreos esparcidos aquí y allí.
Detalles simpáticos como éste
en Arcade.
Lavaderos y fuentes
varias en donde remojarse.
No os olvidéis que en el
camino es conveniente seguir las flechas amarillas para no perdernos.
Y consultad los mojones
indicadores de los km que nos faltan hasta nuestra meta.
Estad atentos al camino
alternativo que, a la entrada de Pontevedra, nos quita del asfalto para caminar
sobre La Senda del Río Dos Gafos.
Es una maravilla caminar bien
cerquita del río dejando atrás el aburrido alquitrán.
Disfrutaréis de estampas
como ésta.
Cruzaréis puentecillos
con encanto.
Para llegar a Pontevedra,
la ciudad que “da de beber a quen pasa”.
El camino os llevará
delante de La Capilla de La Virgen Peregrina, de forma de vieira.
También a La Plaza de la
Herrería, verdadero centro neurálgico de la villa.
Y desde donde podéis
contemplar todo lo bonito que la rodea.
En el casco antiguo de Pontevedra,
además de las flechas amarillas y las conchas azules, os ayudarán unas luces en
el suelo.
Que os llevarán hacia La
Calle Real. Moved la cabeza en todas direcciones y encontraréis los escudos que
adornan muchas de las casas señoriales de la ciudad.
Y ya os dejamos al pie de
otra de sus maravillas: El Puente del Burgo.CLICAR AQUÍ Y VER LA RUTA EN WIKILOC
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