Corría el mes de octubre de 2014 cuando los
senderistas del Blog Grupo de Andainas Rías Baixas realizaron esta caminata por
tierras del Gerês en Portugal.
Tiene su punto de inicio en la población de
A Ermida y desde allí nos dirigimos, por una senda señalizada, conocida como “Trilho
do Sobreiral da Ermida do Gerês", a conocer las maravillas que nos proporciona
este paraje.
A nuestro paso vamos encontrando grandes
contrastes entre la arboleda que nos rodea, y la aridez, no exenta de belleza, de la montaña cercana.
El grupo, pues en esta ocasión acompañamos a
nuestros amigos de Vianatrilhos, de Viana do Castelo, organizadores del evento,
caminaba animoso y enseguida avistamos el Puente sobre el río Arado.
Allí, parada obligatoria para contemplar la bonita
cascada del Arado surgiendo de las alturas en un entorno fantástico.
A lo largo del trayecto nos vamos encontrando
varios “currais”, lugares destinados, en tiempos pasados, a guardar el ganado que pastaba por
aquellos pagos. Así cerca de la cascada del Arado encontramos ya el Curral da Malhadoura.
Algo más adelante el Curral de Os Portos y también el de As Cortes en donde nos llamó la atención el chozo, muy similar a los usados por nuestros pastores gallegos.
Y a su lado esta mesa de piedra.
También podremos saciar nuestra sed en varias
fuentes de agua cristalina, todas con su nombre, durante el trayecto.
Pasamos bajo la sombra de diferentes especímenes
arbóreas: pinos, abetos, castaños, acebos,...
Sin olvidar los madroños que se encontraban
llenos de fruto colorido, combinados armoniosamente con las que dan nombre a la
ruta “as sobreiras” o alcornoques.
Desde distintos lugares obtenemos variadas
panorámicas del Gerês paisajístico.
Y también a lo largo de la ruta iremos
encontrando diferentes muestras de la arquitectura popular de la zona.
Un lugar que no podéis perderos es aquel en
donde el río Toco baja formando sonoros rápidos y pozas que alegran el paso de los senderistas.
Muy cerca el Puente de A Pigarreira y un área recreativa en donde poder parar a reponer energías rodeados de la belleza de la naturaleza por todas partes.
¡Y por supuesto algo que no podéis perderos es
todo el espectacular entorno de las conocidas como Cascadas de Tahití!
El río Arado deslizándose montaña abajo en
maravillosas cascadas y a su vez formando refrescantes pozas que hacen las
delicias de los que por allí se acercan.
Bien merece la pena desviarse y llegar hasta allí y
contemplar la belleza de la sucesión en cascada, nunca mejor dicho, de las aguas
del Arado yendo a unirse a su compañero de fatigas, el río Fafião.
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