Hoy en El Blog
Grupo de Andainas Rías Baixas os dejamos una variante de la ruta Pedras, Moinhos e Aromas de Santiago en Marco de Canaveses, Portugal.
Esta vez partimos del
lugar de Venda da Giesta, concretamente del Refugio de Montaña que la asociación
Amigos do Rio Ovelha tiene en dicha localidad.
Ya desde el primer
momento, y también a lo largo del recorrido, vamos contemplando la dualidad del paisaje con espacios agrícolas amorosamente cultivados y que presentaban el
aspecto propio del otoño, y la inmensidad de La
Sierra de Aboboreira formada por masas rocosas que presentan curisosas formas a
los ojos del caminante que se acerca por aquellos parajes.
A veces recorreremos
tramos estrechos en donde caminamos en fila india, otras, marcharemos por lugares
amplios con el infinito como límite, y ocasiones hay en donde el camino va
encajonado entre muros con la belleza de la verde pátina del musgo en sus
piedras.
También iremos serpeando
con el sendero encontrándonos masas forestales formadas por pinos, robles, álamos,
cedros, castaños y otras variedades arbóreas, e incluso zonas casi despobladas de vegetación, dependiendo de la zona más o menos alta en la que nos
encontremos.
La senda está repleta de
historia y nos va llevando, en un fácil caminar para el senderista, a través de lugares
con gran encanto como por ejemplo la parte de Vinheiros, en donde
encontramos una serie de molinos, escalonados uno detrás de otro, mientras el
caminante no hace más que admirarse al contemplar la perfecta conjunción de la naturaleza y
la mano del hombre que, antaño, sabía aprovechar a la perfección los recursos a
su alcance.
Siempre que camino en este tramo de la ruta, me parece realmente espectacular.
En cualquier época del año la belleza de la ruta es notoria, pero más si cabe en estos meses de otoño, viéndonos además ayer acompañados por una niebla matinal y multitud de nubes variopintas a lo largo de la caminata, que añadieron más tonos, si cabe, a la ya variada paleta de colores.
En cualquier época del año la belleza de la ruta es notoria, pero más si cabe en estos meses de otoño, viéndonos además ayer acompañados por una niebla matinal y multitud de nubes variopintas a lo largo de la caminata, que añadieron más tonos, si cabe, a la ya variada paleta de colores.
La animación fue
constante a lo largo del recorrido viéndonos sorprendidos con alguna
representación teatral. Y algo que también reconfortó algo más que el ánimo de los
participantes fue la parada para tomar un pequeño refrigerio, en la ya famosa Tasquinha do Fumo, en Almofrela,
Baião, que se encuentra dentro del itinerario y en donde se tiene la seguridad
de que siempre vas a salir contento de allí por las ricas viandas preparadas al
estilo tradicional portugués en la típica lareira y horno de leña.
También reseñar la
variedad de muestras del patrimonio arquitectónico, ya que además de los
molinos antes nombrados, podremos admirar antiguas casas de piedra, hórreos,
graneros, fuentes, lavaderos, calzadas empedradas, antiguas levadas, cruceiros y, en esta
parte de la ruta, la Capilla de San Blas en Almofrela.
Y, dada la época en que
nos encontramos, la alegría continuó con la celebración de un magosto,
acompañadas las castañas con unas típicas papas de maíz, al final de la caminata,
cerca de La Iglesia de la freguesía de Soalhães clasificada como Monumento
Nacional por sus primitivos elementos románicos.
Muito bom!
ResponderEliminarOlá Tony!
ResponderEliminarMuito Boa a caminhada!
Muito lindas as paisagens da tua terra!