Y esta vez la ruta que presentamos en El Blog
Grupo De Andainas Rías Baixas transcurre por tierras de A Cañiza.
Se trata de la senda conocida como “Fragas e
levadas dos río Calvo e Deva” o también PR-G 165. Nosotros comenzamos en Ponte
Taín, muy cerca de As Caldas, para realizar en un recorrido de casi 15 km y que nos llevaría a descubrir una ruta circular
francamente espectacular acondicionada por La Comunidad de Montes e la
Asociación de Vecinos de Parada de Achas, del concello de A Cañiza.
Cuando allí llegamos de mañana temprano, el
traje blanquecino con que la niebla cubría la mañana se iba diluyendo,
deshilachado, entre los árboles del bosque y daba paso a un espléndido día para
poder disfrutar mejor de la caminata.
Y nos dispusimos a seguir a los ríos Deva, Oulo
y Calvo en el discurrir de sus aguas hacia el Miño. Y ya desde el primer
momento nos maravillamos con lo que íbamos encontrando.
Ellos nos llevarán por remansos tranquilos,
también por rugientes rápidos y deslizantes cascadas...
Nos harán ver paisajes en los que parece que
el tiempo se ha detenido y que bien podrían ser el escenario de muchos de
nuestros sueños. Y en donde la fantasía echa a volar libremente. En los que
bien podían haberse sucedido todas esas historias y cuentos de hadas que
conocemos tan bien.
Parajes de ensueño con un aquel de misterio y
emoción. Rincones en donde podríamos buscar los secretos guardados por
nuestros ancestros, acompañados simplemente del sonido del agua, de los árboles,
de los pájaros y también, del silencio.
Fragas en donde todo puede ocurrir, por la
magia que se vive en el ambiente. Todo ello adornado con la compañía de curiosos
árboles centenarios con caprichosas formas en sus ramas y sus troncos, silenciosos
guardianes de la riqueza que atesoran.
Nos harán ver épocas pasadas con el testimonio
de los molinos que encontramos esparcidos por casi todos sus rincones, algunos
incluso con nombre propio.
Nos harán caminar por levadas, sendas de
tierra, y tramos empedrados, caminos reales por donde la mismísima reina Doña Urraca se
dirigía a La Franqueira.
También nos llevarán a cruzar puentes y saltar
de piedra en piedra, y a bajar o subir escaleras. Jugarán con nosotros en
regatos y lagunas y nos harán ver la potencia y la energía que almacenan en su
interior.
Encontraremos un bosque en donde lo que priman son los
arcornoques.
También, claro está, bosques de ribera, con acopio de musgo,
helechos, líquenes, hiedras...
Y aunque todavía no estamos en ella, la magia de la
primavera estaba ya en el ambiente: pájaros trinando, nuevos brotes en los árboles
de hoja caduca, flores, mariposas, laureles, molinos, árboles, agua, piedra...
Variedad de colores y tonalidades con el
sempiterno verde de nuestra campiña, el dorado de la crujiente alfombra sobre
la que deslizamos los pies, el amarillo de mariposas, mimosas y jacintos, el rosa de las uces en las
laderas, el blanco cristalino del agua en algunos momentos y la transparencia
en otros, y el azul del cielo allá arriba. Y
los sonidos directamente del tocadiscos de la naturaleza en funcionamiento,
despertando del letargo invernal.
Reseñar también que no es necesario utilizar
GPS porque está muy bien señalizada y no hay posibilidad de desviarse y cuenta
también con numerosos paneles explicativos a lo largo del recorrido.
Como veis todo un regalo para la vista y el
espíritu. Incluso hay zonas del río en donde hay acumuladas piedrecitas
formando diferentes figuras como si nos encontrásemos en un espacio Zen. También hay tramos exigentes para el caminante con alguna que otra subidita. Pero
enseguida recuperamos las fuerzas y continuamos alegremente la senda rodeados
de tanta belleza. ¡No podéis perdérosla!
Profe Mary Carmen algún dia podre ir con vosotros por que parece que lo pasáis muy bien.
ResponderEliminar¡Claro que sí Inés! Un dái tenemos que hacer una caminata todos juntos. Lo vamos a pasar genial!
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