lunes, 16 de abril de 2018

Por El Río Arenteiro En O Carballiño: Pasarelas, Molinos Y Pontillón De Pol

Los senderistas del Blog Grupo de Andainas Rías Baixas nos encontramos al Río Arenteiro así de espectacular.
Y lo hicimos a su paso por O Carballiño, Ourense. La primera toma de contacto surge en las cercanías del Gran Balneario.
Y ya allí nos encantó el aspecto rugiente de sus aguas.
Caminamos por el paseo siempre pegados al río. A nuestro frente surge la imponente estructura del viaducto ferroviario.
A sus pies las ruinas de un molino.
Del otro lado, con el azul del cielo apareciendo, observamos con más calma los ojos del viaducto.
Todo lo que vemos nos alegra la vista y el espíritu.
En un plis plas nos encontramos con el Puente Medieval de A Veiga.
Alejándonos un poco del centro caminamos de nuevo con el río a nuestra izquierda y lo hacemos por una senda que es un verdadero gozo para el caminante.
Al llegar a Bañiño de Arcos prestad atención a una fuente y lavadero. Sus aguas son sulfurosas y muy apreciadas para resolver problemas de piel.
El río nos mostraba realmente todo un espectáculo. Fijaos qué momento con la vertiginosidad de las aguas, un viejo molino y la desnudez de los árboles circundantes.
Miles de imágenes y emociones deslizándose con la corriente del Arenteiro.
Ayudadas por el encanto de la vegetación circundante.
Y estas misteriosas columnas impertérritas en medio de toda la vorágine de troncos, ramas, agua, piedras…
Realmente parecía que estábamos en un pasaje de cuento con figuras ruinosas de casa y molinos emergiendo aquí y allá.
Nos encantó particularmente el paso sobre las gastadas piedras del Pontillón de Pol.
Que hacía surgir la sonrisa de los senderistas.
Y es que cruzándolo teníamos la sensación de haber viajado hacia el pasado.
Es aquí en donde cambiamos por tanto de orilla. Pero continuamos con el torbellino de sensaciones. Con los molinos...
El agua del río en diferentes manifestaciones y totalmente a nuestro alcance...
Los senderos retorcidos y serpeantes…
Que nos llevan de nuevo a O Carballino. Allí reencontramos las diferentes pasarelas que facilitan el paso del caminante o el cambio a una u otra orilla.
Y que están construidas con diferentes y variopintos materiales.
Hay otros elementos que amenizan la ruta. Uno de ellos el edificio de una antigua papelera.
La "Pena dos Namorados".
 Y, claro, la visión continua del estruendoso Arenteiro.
Al que no podemos dejar de admirar, sobre todo en este paraje realmente impresionante con molinos, puente, bosque pasarelas para continuar la senda...
Nosotros desde este punto regresamos a O Carballiño de nuevo por la orilla izquierda del río. Así pasamos por una tranquila área recreativa.
Con mesas de piedra, fuentes, … y un suelo todavía alfombrado por la otoñal hojarasca.
Contrastando con la euforia del río, algunos de cuyos momentos, incluso los relajantes, puedes contemplar tranquilamente sentado.
 Encima de los caminantes el cielo continuaba azul, sin descargar el líquido elemento.
 Contribuyendo a una jornada realmente lucida e ilusionante

2 comentarios: