Continuamos nuestra visita a Coímbra, ciudad
universitaria por excelencia del país vecino, Portugal.
Comenzamos conociendo Las Iglesias da Graça y Da Nossa
Senhora do Carmo construida esta última a finales del S. XVI con una sola nave
y fachada principal porticada que presenta un estilo clásico.
En seguida nos topamos con el edificio de La Cámara
Municipal de arquitectura típica portuguesa con la fachada blanca enmarcada en
piedra en donde destaca la portada principal.
A su lado se erige el majestuoso Monasterio de Santa Cruz
fundado por La Orden de Canónigos Regulares de San Agustín en el S. XII.
Considerado Panteón Nacional en él se cobijan los túmulos de los Dos Primeros
Reyes de Portugal.
No dudéis en tomar algo en el emblemático Café Santa
Cruz. Y, si lo hacéis al atardecer, podréis además alimentar el alma escuchando
unos fados en vivo y en directo.
Dedicad un tiempo a pasear por las plazas y calles
peatonales y comerciales de Coímbra llenas de esculturas y bonitos edificios.
Así encontraréis La Iglesia de Santiago construida a
finales del S. XII y principios del XIII. Con su portada de cuatro columnas a
cada lado, cuyos fustes están decorados con elementos vegetales y los capiteles
alternan motivos vegetales y animales mitológicos y rosetón central, es uno de
los principales exponentes del románico en Coímbra.
Y también La Iglesia de San Bartolomé del S. XVIII
edificada sobre otras anteriores. La simplicidad de su fachada se engrandece
con las torres de sus campanarios y la balaustrada sobre el portal de columnas
salientes.
Cruzamos El Puente de Santa Clara y nos acercamos a las
ruinas del Convento de Santa Clara, A Vella, del S. XVI y de las que ya os
hemos hablado.
En seguida nos vimos en A Praça da Canção en donde
disfrutamos del gran piano allí presente, del Río Mondego que por allí se
desliza y de las vistas hacia la colina por la que ascienda la ciudad de Coímbra.
Volvemos a la otra orilla a través de La Pasarela
Peatonal Pedro e Inês construida en madera con protecciones en vidrio de cuatro
colores y considerada un icono de la arquitectura y la innovación
técnica.
Nos acercamos a saludar a, nuestro ya amigo, el oso, rodeado
de verde y de refrescante líquido
elemento casi en estado de evaporación.
Y a través del Portal de La Alegría nos dirigimos hacia
una parte todavía inexplorada por nosotros en donde vamos encontrando diversos
vestigios como fuentes, capillas, … que nos regocijan y dicen que vamos por el
buen camino.
La vegetación es exuberante con un bonito tramo entre
juncos y otros elementos arbóreos que es una gozada.
Y es que nos hemos ido adentrando en El Jardín Botánico
de Coímbra, fundado por El Marqués de Pombal en el S. XVIII. Allí veremos
diferentes especies como coníferas, narcisos, plantas tropicales y otras
ornamentales dispuestas en cuidados parterres.
Todo ello vertebrado con estrechos caminitos, escaleras,
lagos, elegantes arcos y estilizadas fuentes. Allí mismo podréis ver los restos del Acueducto de San
Sebastián, del S. XVI siguiendo el trazado y, probablemente, los restos de un
antiguo acueducto romano.
Reencontrándolo a la salida del Jardín Botánico, cerca
del Monumento al Papa Juan Pablo II, pudiendo observar, además del Escudo de
Portugal, las dos esculturas de su arco central: una de San Sebastián, en la
parte superior, y otra de San Roque en la inferior.
Unos cuantos metros más tarde accedemos al Parque de
Santa Cruz del S. XVIII. Y lo hacemos a través de un arco triunfal situado
entre dos torreones, sobre el que se erigen tres estatuas que representan a La
Fe, La Esperanza y La Caridad.
En él, además de diversas fuentes, encontraréis distintas plantas exóticas, así como
salamandras, tritones jaspeados, …
Abandonamos el parque caminando por El Jardín Sá da
Bandeira con varias fuentes y monumentos entre ellos los dedicados a Los Caídos
en La Gran Guerra y a Camões.
Dando ya por finalizado este precioso paseo.
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Todo ello vertebrado con estrechos caminitos, escaleras,
lagos, elegantes arcos y estilizadas fuentes. 
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