domingo, 7 de noviembre de 2021

Paseo Por Hondarribia, Villa Medieval, Euskadi

 Encontramos Hondarribia, bañada por las aguas del Cantábrico, en la desembocadura del Río Bidasoa formando la preciosa Bahía de Txingudi junto con la vecina Hendaya

Como Villa Medieval fundada hacia el 1203, y su condición de puerto de mar fronterizo, contó desde muy pronto con una Muralla a fin de fortificar su recinto urbano. Vestigios de esa cerca vamos a ir encontrando desde el inicio de nuestro paseo. 

Desde sus atalayas y miradores tenemos una amplia perspectiva de la bahía y sus tranquilas aguas, así como de la vecina Francia.

Enseguida entramos en contacto con la particular arquitectura de sus casas con balcones de madera pintada de vistosos colores. 

Sobre todas ellas destaca la impresionante silueta de La Iglesia de Santa María de la Asunción y del Manzano. Obra de los S. XV y XVI de Estilo Gótico, con añadidos renacentistas y campanario barroco del S. XVIII. En ella se celebró, en 1660, la boda por poderes de la infanta María Teresa de Austria, hija de Felipe IV, con Luis XIV, El Rey Sol de Francia.

Muy cerca del llamado Castillo De Carlos V.  De sobria fachada era a la vez castillo y palacio. Contaba con seis plantas para aposento de las tropas, almacenes, depósito de munición y pólvora, calabozos y caballerizas. En 1968 se habilitó como Parador de Turismo

Su ubicación, junto con La Plaza de Armas, en la colina con vistas al Río Bidasoa, Hendaya y La Bahía de Txingudi, resulta perfecta para fines defensivos. Por esta razón fue principalmente utilizado como cuartel y también como casa del gobernador.

No dejamos atrás La Calle Mayor. Estrecha y adoquinada, en ella sobresalen los aleros de sus casas, con los canecillos tallados, balcones de hierro forjado y escudos. Como en La Casa Consistorial, del S. XVIII y Estilo Barroco. 

O El Palacio de Casadevante donde se negociaron los términos de la tregua del Sitio de 1638.   

O La Casa Palacio Zuloaga donde se ubican El Archivo Histórico y La Biblioteca Municipal.

No muy lejos descubrimos La Casa Palencia, llamada también Casa Echevestenea, de origen medieval. En ella nació Don Cristóbal Rojas y Sandoval en 1502 Capellán de Carlos V y Arzobispo de Sevilla.

A quien Hondarribia erigió una estatua frente a su casa natal en la plaza que lleva su nombre: Plaza del Obispo o Apezpiku

Aquí volvemos a tomar contacto con La Muralla levantada entre finales del S. XV y principios del XVI con piedra caliza del Monte Jaizkibel, ya que estamos ante La Puerta de Santa María, una de las dos entradas principales que tenía la ciudad. 

Se componía de diversos elementos, como puente levadizo, cuerpos de guardia y hasta capilla. Ahora sólo queda este sencillo arco sobre el que destaca El Escudo de la Ciudad, de 1694.

La entrada por La Puerta principal de Santa María está vigilada, día y noche, por La Estatua de Bronce de un Hachero, hatxeroa, homenaje a los zapadores que, uniformados con sus gorros de lana de oveja,  abrían paso, con sus herramientas, a las tropas defensivas, y que se ha convertido en icono de la ciudad.

La Muralla del Casco Histórico es una de las pruebas más evidentes del origen medieval de Hondarribia, antigua Fuenterrrabia, y cuyo significado podría ser  “vado de arena”. Se encontraba reforzada por baluartes, cubos, fosos,… Aunque algunas partes desaparecieron.

Sí podemos disfrutar del Baluarte de la Reina del S. XVI a pesar de que su situación estratégica hizo que sufriera intensos ataques en los diversos sitios que padeció la ciudad. 

También de La Puerta de San Nicolás del S. XVI y estructura muy sencilla. 

No muy lejos nos acoge la coqueta Plaza de Guipúzcoa de edificios asoportalados. En ella se ubican algunas galerías de arte y se celebran diversos actos culturales al aire libre.

Seguimos paseando por los mismos lugares que otros lo hicieron hace cientos de años, y en donde las piedras son mudos testigos de acontecimientos pasados y presentes.

Como lo son los sillares que forman las paredes de La Casa Solariega de los Eguiluz donde, según la tradición, se alojaron Doña Juana la Loca, hija de Los Reyes Católicos y Don Felipe el Hermoso cuando se dirigían de Bruselas a Toledo para ser proclamados príncipes herederos en el S. XVI.

Y terminamos siguiendo la muralla, de nuevo al lado de las saladas aguas del Cantábrico, oyendo su suave vaivén al besar las arenas de la playa. 


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