Esta caminata tiene como punto de inicio la localidad de Caminha en Portugal.
Deambulando vamos
conociendo su Casco Histórico. Recorremos sus calles y nos vamos fijando en sus
casas.
Así conocemos “A Casa dos
Pita” de mediados del S. XVII. Un palacio urbano de Estilo Barroco con una
monumental fachada coronada por almenas. Fijaos también en sus escudos y en sus
7 ventanas de Estilo Manuelino.
Muy cerca de la Plaza
Principal de Caminha verdadero punto neurálgico de la localidad. En ella
destaca “O Chafariz”, fuente de dos tazas que data del S. XVI con balaustrada y
pináculos.
El Edificio “dos Paços do
Concelho” diseñado a comienzos del S. XX con reformas posteriores.
También La Iglesia “Da
Misericordia” en la que destaca su portal renacentista. En la parte trasera
presenta una galería con arcada en frente de la cual vemos un pozo artesano.
No dejamos atrás La Torre
del Reloj. Monumento Nacional desde 1951 habría sido la torre principal de la
muralla medieval de Caminha.
Pasando a través de ella se accede al centro histórico de la villa por el que paseamos tranquilamente recorriendo A Rúa Direita y otras callejuelas de casas con balcones y artísticas fachadas por las que transcurre El Camino Portugués a Santiago Por La Costa.
Conocemos así los
edificios que albergan La Biblioteca y El Puesto de Turismo de Caminha.
Muy cerca de “A Porta do
Mar”, una de las puertas de la antigua muralla de Caminha.
Y también de La Iglesia
Matriz de Caminha, obra maestra del Gótico Portugués, auténtico Ex-libris de La Villa, cuya construcción se remonta al S. XV, aunque demoró cerca de 60 años y fue terminada ya en
el reinado de D. Manuel I.
Su fachada, flanqueada por una torre presenta
un portal renacentista coronado por un rosetón.
Que nos maravilló al igual que el pórtico de
entrada, labrado con gran exquisitez.
Está flanqueada por los restos de la antigua muralla
que circundaba la ciudad, ya que como punto estratégico defensivo desde la
época romana, Caminha fue fortificada para protegerla de las invasiones extranjeras.
Va saliendo el caminante de Caminha pero aún
tiene tiempo para El Jardín Bento Coelho con diversas esculturas como El Monolito
Conmemorativo del 1º Centenario de La Defensa del Miño contra los franceses.
A su lado El Río Coura da los últimos
coletazos antes de fundirse con El Río Miño y algo más adelante La Capilla de
La Senhora da Ajuda y un Área Recreativa son testigos del paso del Peregrino.
Al poco ya comenzamos a caminar sobre La
Ecopista Do Río Miño con Caminha y las tierras españolas en la lejanía.
El Río Miño, con pequeñas barcas sobre sus
aguas, un merendero y un molino de viento, nos miran pasar tranquilamente.
La Ecopista permite un paso relajado y el
caminante al llegar a Seixas se permite contemplar La Capilla de São Sebastião y varios
edificios de piedra con elementos dignos de admiración.
Siempre con El Río Miño en el punto de mira en
cuyas orillas, a lo largo de la ruta, varios rederos se dedican al noble arte
de reparar las redes.
Llegados a Lanhelas cruzamos sobre la vía del tren
antes de visitar La Capilla de San Antonio bajo la vigilancia de un antiguo
arco de piedra y una fuente.
Durante el recorrido encontraremos varias pequeñas áreas recreativas y bancos esparcidos aquí y allá, que permiten un descansito.
Y siempre cercanos a la corriente dulce y azul
del Miño.
En cuyo cauce, al tiempo que vamos desgranando los últimos km de la ruta, podemos observar algún islote poblado de vegetación.
Y como quien no quiere la cosa arribamos ya a
Vilanova de Cerveira pisando sobre terrenos del Parque do Castelinho. Por allí
se encuentran expuestas diversas esculturas que hacen las delicias de los
visitantes.
Que todavía tienen tiempo de echar una ojeada a la villa vigilada por el ciervo en las alturas.
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