Allá por el mes de
Febrero Los Caminantes del Blog Grupo de Andainas Rías Baixas estuvimos
paseando por Blanes en Girona, Cataluña.
Blanes es conocida como El
Portal de La Costa Brava e iniciamos nuestro paseo donde un altivo arco nos
muestra donde comienza esa circunstancia.
Estando allí no dudéis en
encaramaros a la cima de Sa Palomera, un gran promontorio que separa La Bahía
de Blanes de La Playa de S´Avanell.
Se adentra en el mar, se
puede visitar, se considera que es el punto en donde se inicia La Costa Brava
y constituye una verdadera atalaya sobra la localidad y más allá.
Al bajar podréis pisar la
blanca arena de la playa, en donde descansan algunos barcos, los cormoranes
abren sus alas al sol y las tranquilas aguas invitan a deslizarse sobre ellas.
Continuamos por El Paseo Cortils i Vieta. Es lunes, hay Mercadillo y hasta Karl Faust, fundador del Jardín
Botánico Marimurtra, contempla fascinado el espectáculo
bullicioso del ir y venir de personas.
Paseamos pegaditos al mar con el rumor de las
olas como música de fondo.
Y aquí y allí, bajo la sombra de estilizadas
palmeras, El Paseo de Pau Casals se ameniza con obras artísticas y monumentos
como el dedicado Al Sardanista.
Viejos cañones y oxidadas anclas, mudos
testigos de tristes épocas pasadas.
Animados músicos se unen a la sinfonía
ofrecida por las aguas del Mar Mediterráneo.
También refrescantes surtidores de agua emergen
inesperadamente, salpicantes sus transparentes gotas entre la fragante y multicolor paleta de
variadas flores.
Que se unen a las fuentes esparcidas a lo
largo de la avenida y cerca del Club Náutico en donde los barcos de recreo se
mecen al suave vaivén de las olas.
Acogedores pinos blancos nos adentran en El
Paseo de la Maestranza que culmina en La Rotonda dedicada a Los Pescadores de
Blanes y a Los Amigos del Mar.
Nos dedicamos ahora a la parte más urbana de
Blanes encontrándonos con La Capilla de La Esperanza, una ermita marinera del S
XVII cuyo interior está ornamentado con barcos en miniatura símbolo de la
devoción de los marineros.
La Casa Saladrigas construida a principios del
S. XX por el arquitecto Isidre Puig Boada discípulo de Gaudí hoy en día
dedicada a sala de exposiciones.
Y otros edificios cuyas fachadas atractivas
bien merecen levantar la vista.
No faltan las fuentes y esculturas dedicadas a
diversos personajes.
En la parte más alta del recorrido se
encuentra La Iglesia de Santa María.
Construida entre mediados del S. XIV
y principios del XV en Estilo Gótico, del original se conservan la fachada y el
campanario.
La puerta está enmarcada con arquivoltas
apuntadas en degradación, encima hay un rosetón y está rematada con almenas.
La temática de los capiteles combina elementos
vegetales con figuras humanas y de animales.
En el interior de tres naves destacan pinturas
murales y un baldaquino terminado en 1946 con cuatro columnas y capiteles de
alabastro.
Continuamos callejeando y nos detenemos ante La
Fuente Gótica, verdadero tesoro del S. XV de forma octogonal, seis gárgolas como
vías de agua, motivos vegetales y coronada por un ángel.
Arribamos así al emplazamiento de La Casa
Consistorial rodeada de bellos edificios y en donde, dado que era día de
mercadillo, la muchedumbre se agolpaba comprando verduras.
Regresamos ya al lugar de partida echando todavía
una nostálgica mirada al Castillo de Sant Joan, que presente en toda la caminata,
nos saluda en la lontananza y nos invita a regresar.
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