Hace algún tiempo nos
dimos una vuelta por Amarante en Portugal.
El día comenzó con unas
gotas de lluvia que embellecían el paseo del Río Támega por el que comenzamos a
caminar.
En las aguas claras y
tranquilas hechas espejos de la naturaleza todo se reflejaba.
Destacando de La Iglesia
de San Gonzalo y El Puente Medieval de acceso.
Que nos
introduce en un espacio en donde el tiempo se detiene para el visitante.
Al atravesarlo nos recibe la majestuosa estructura de La Iglesia y Monasterio de San Gonzalo
mezcla de Estilo Barroco y Neoclásico.
La plaza en donde se
encuentra es amplia y permite observarla en toda su
amplitud.
Hermosa su portada de tres pisos con
columnillas estilo renacentista italiano, coronada por un frontón barroco.
También encontraréis representados los reyes
durante cuyos reinados se construyó.
No dudéis en pasar a su interior en donde
además de la tumba del santo fundador admiraréis su mobiliario barroco de madera dorada
y un gran Órgano de Tubos de principios del S. XVII.
Y no dejéis atrás El Claustro del Monasterio.
Después descendimos por estas escaleras y un
estrecho pasaje.
Para acercamos hasta la misma orilla del
Támega. Su superficie estaba en calma y sobre ella reposaban coloridas barcas.
Y nos dejamos llevar por la paz y la quietud
que allí se sentía. El puente se nos mostraba de nuevo en todo su esplendor.
Grandes plátanos y otros árboles ofrecen su
sombra al paseante.
El viajero camina a solas con sus pensamientos
acompañado del rumor del líquido elemento y de la paz emanada de los bonitos
cuadros pintados aquí y allí.
Toca ahora subir escaleras para dirigirnos a
otra parte de la ciudad.
Llegamos así a La Iglesia de San Pedro, barroca del S XVIII, con una torre de sirena rematada por un ático con pequeños
arcos.
Continuamos periplo y arribamos a un rincón
que constituye una verdadera atalaya sobre Amarante, con su puente, iglesia, monasterio
y claustro, …
Nos escurrimos por una angosta callejuela de
casas de piedra y balcones con rejas de hierro forjado.
Que nos deja delante de La Iglesia de San
Domingos, de forma redondeada y estilo barroco, que data del siglo
XVIII. Actualmente acoge El Museo de Arte Sacro.
Continuamos descendiendo entre piedras hasta
llegar de nuevo a La Plaza.
Cruzad el puente y perdeos por las calles de Amarante,
degustad su gastronomía, en donde seguramente os llamarán la atención unos
dulces de forma muy llamativa…
Descubrid su muralla, sus fuentes y detalles
varios, y disfrutad de todo el encanto que sin duda emana de esta ciudad bañada
por el Támega.
Paseo realizado en Abril de 2018.
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