La Capilla de La
Peregrina, en Pontevedra, constituyó la meta de esta nuestra caminata.
Sin habérnoslo propuesto
nos encontramos realizando una etapa del Camino Portugués a Santiago.
Concretamente la que
tiene su inicio en Redondela por donde nos dimos un paseo matutino.
Antes de comenzar a
caminar, con pistoletazo de salida a las puertas del Albergue de Peregrinos, y
callejear por la localidad.
Recorrimos
el camino acompañando a algunos de nuestros amigos de Marco de Canaveses, Portugal.
Hubo algunos momentos en
que tuvimos que sacar el paraguas.
Pero en general tuvimos
mucha suerte con el tiempo que nos dejó disfrutar de la jornada.
Ya sabéis que se
encuentra señalizado con las flechas amarillas que nos llevan a Santiago de Compostela,
acompañadas de otras azules que indican el camino a Fátima.
Aunque también
encontramos otros elementos que nos recuerdan que estamos en una ruta jacobea.
Ahora que, como estamos
en Galicia, nos irán saliendo al paso hórreos, cruceiros, lavaderos, fuentes…
Al llegar a Ponte Sampaio El Río Verdugo y el puente nos mostraban una preciosa estampa.
Al llegar a Ponte Sampaio El Río Verdugo y el puente nos mostraban una preciosa estampa.
En donde las nubes, mirándose coquetas en el espejo del Verdugo, se autoinvitaron
al evento.
Caminando sobre las
piedras que desde hace tanto tiempo pisan tantas y tantas personas.
Y sorteando ríos y
regatos cantarines que nos alegran el paso.
También lo hacen los
caballos y jinetes que encontramos en dirección contraria a la nuestra.
Los lugares por los que
transitamos son variados.
Con momentos sobre suelos
empedrados.
Y rodeados de los
especímenes de la flora gallega.
Esta etapa ha sufrido
alguna variación en su trazado, así, al poco de pasar La Capilla de Santa Marta, podemos acompañar al Río dos Gafos en su sinuoso deslizar.
Viendo los puentes sobre él.
Cruzándolo a veces sobre
pontones de madera.
O simplemente dejándonos
llevar en su húmeda compañía.
Hasta llegar al pie del
Santuario.
En donde La Virgen Peregrina
nos recibió ataviada de morado.
Eu vivo cerca de Ponte Sampaio, que e un lugar precioso, salvo polo incendio que hubo.
ResponderEliminarMenos mal que os sitios polos que pasamos, O Camiño a Santiago, non se viron afectados!
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