Piedra y agua van a
mantener una presencia constante en la ruta que os dejamos hoy en El Blog Grupo
de Andainas Rías Baixas.
Piedra y arte en La
Iglesia de San Martiño de Verducido, A Lama, en donde nos gustaron los relojes
de los torreones que flanquean la fachada y el cruceiro en uno de los
laterales.
Piedra y musgo en los muros
que cercan las sendas mullidas de sonora hojarasca sobre las que pisamos.
Piedra de superficies
gastadas que conforman antiguos caminos hoy quizá en desuso.
Piedra en las casas
abandonas y los cierres de las fincas del lugar de A Fraga.
Piedra e historia en Los
Petroglifos da Laxe do Val do Gato que nos dejan la prueba de la presencia del
ser humano en estos parajes desde los albores de La Humanidad.
Piedra en antiguas fuentes
y lavaderos que si pudiesen hablar nos contarían mil y un cotilleos escuchados
en épocas diversas.
Hay momentos en que la
piedra hecha arte en manos de los sabios canteros se une con el agua dejándonos
momentos inigualables como éste en donde El Puente Anceu se alza majestuoso
sobre las aguas del Río Parada afluente del Oitavén.
Construido en el S. XVII
tiene 5 arcos y calzada ligeramente apuntada.
En ella hay una especie
de aparcamientos para dejar pasar carros y personas. No olvidemos que por aquí
pasaba El Camino de Los arrieros que transportaban mercaderías diversas entre
Ribadavia y Pontevedra.
Y no cabe duda de que
desde este puente su pueden contemplar a placer las dulces y azules aguas que
discurren bajo él.
Pues resulta que los
arrieros también pasaban sobre El Río Couñago unos metros más allá y lo hacían
sobre esta maravilla de pontón que no podéis dejar de visitar.
También os animo a
acercaros hasta el paraje en el que descansan dos solitarios molinos ahora
abandonados a su suerte pero rodeados de agua y belleza.
En donde la pátina del
tiempo pinta de verde las rocas del lecho y orillas del río Parada.
Tuvimos suerte con la
meteorología, el agua en forma de lluvia no apareció. Sí lo hizo Lorenzo
permitiéndonos disfrutar del calor suave de sus rayos.
Y de un cielo azul
radiante.
El agua del Río Parada, con
su fragor, ponía también banda sonora a nuestra caminata.
Nos gustó verlo en cada
uno de los momentos, pero especialmente en donde forma su famoso meandro.
Y en su prolongación
formando pozas bulliciosas y plenas de vida, deslizándose colina abajo.
Descansamos un rato de
tanta agua llevando nuestros pasos a través de un robledal cuyos elementos,
despojados de sus ropas, esperan ansiosos la llegada de la primavera.
Pero enseguida volvimos a
la unión de piedra y agua y lo hacemos con este impresionante marco.
Aunque para llegar hasta
él tuvimos que saltar algún que otro charquito.
Pero todo se olvida una
vez sobre el pontón contemplando el espectáculo de las aguas.
Una vez cruzado
continuamos la ruta y continuamos cruzando regatos, a veces, simples piedras
nos lo hacían posible.
Y nos permitían poder
caminar por bonitas corredoiras en donde parecía que el tiempo se había
detenido.
Llegados a La Playa Fluvial de A Laxe lo primero que contemplamos es la imponente estructura pétrea
del Puente Grande.
Tiene un solo ojo, une
Entrerríos con A Airoa y sobre su lomo soportaba también el paso de los
arrieros con sus carros.
Y allí mismo seguimos
maravillándonos con la obra de la naturaleza, con el río formando remansos y estruendosos
rápidos.
También hay muestras de
la mano del hombre con varios molinos diseminados aquí y allá.
Y siempre en enclaves
espectaculares.
Cercanos a las fincas
cultivadas en socalcos, característicos de A Airoa.
El sendero que recorremos
después sigue ofreciéndonos elementos para alegrar la vista y el espíritu.
Más momentos puente, río…
Como aquí en Puente Rocín.
Más momentos molino, río…
La senda realmente parece de
cuento.
Y llega otro de los
momentos cumbre de la ruta cuando nos reencontramos con el río Parada en su
forma más estruendosa. Primero al borde de la carretera, con sinuosos rápidos.
Y poco después con la
impresionante sonoridad líquida de La Cascada de A Feixa.
Que ese día nos ofrecía
un auténtico espectáculo al que asistíamos emocionados y que recordaremos siempre.
Todas as imaxes son preciosas, pero a miña preferida e a cascada.
ResponderEliminar¡Unha cascada anima moito a ruta! Ademais de que esta ruta está chea de historia, patrimonio e beleza!
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