Los caminantes del Blog Grupo de Andainas Rías Baixas estuvimos
paseando por El Real Sitio de Aranjuez, caracterizado por la hermosura de sus fuentes y
jardines.
Uno de los primeros monumentos que visitamos fue La Iglesia
de San Antonio, templo barroco del S. XVIII, con influencia italiana y concebido
inicialmente para ser capilla real.
Está integrada en La Plaza de San Antonio en donde destaca
una gran galería de arcos unidos a través de soportales.
La plaza, más conocida como La Plaza de La Mariblanca, fue
diseñada en la época de Fernando VI para servir de unión entre El Palacio Real
de Aranjuez y el núcleo urbano al sur del mismo.
Seguidamente atravesamos por el interior de La Casa de
Caballeros, hoy en día sede judicial, en cuyos jardines aún florecían las
rosas.
El día era claro y el cielo lucía azul y
luminoso dibujando sonrisas en el rostro de los paseantes.
Arribamos así a La Plaza de Las Parejas.
Y ya nos encontramos con la belleza grandiosa del Palacio Real de Aranjuez, uno de los edificios más atractivos del clasicismo español.
Estuvimos delante de su gran reja.
Y lo admiramos desde distintos ángulos.
Y sin más dilación nos dispusimos a disfrutar de sus
jardines.
Lo que más destaca en ellos son las diversas fuentes que van
surgiendo aquí y allí. Ésta es la dedicada a Hércules y la Hidra y se encuentra
en los llamados Jardines de La Isla.
Pues efectivamente se localiza en una isla rodeada por las
aguas del Río Tajo que sorteamos por varios puentecillos.
Río que también encontraremos en otros momentos del paseo.
La Fuente de Apolo nos lo muestra con sus pies aplastando un
dragón.
La Fuente De Las Horas O del Anillo, muy sencilla pero no
menos bella, y dicen es la más antigua.
Una de las que más me gusta es La Fuente de Las Arpías o Del Espinario, en el
centro de la cual se encuentra El Niño de la Espina. Y me gusta por el
simbolismo que encierra, la infancia distraída y despreocupada siendo acechada
por el mal.
Además de fuentes, en esta parte del jardín figuras mitológicas y fantásticas van saliendo al paso de los visitantes.
Nuestra atención se centra ahora en El Jardín del Parterre
en donde destaca la elegancia de La fuente de Ceres en honor a la diosa de la
agricultura y la fecundidad.
¿Y qué decir de La fuente de Hércules? ¡Simplemente
espectacular!
Después de intensos momentos en estos jardines más cercanos
a palacio fuimos al encuentro del Jardín del Príncipe al que accedemos por
estas monumentales puertas.
Este jardín, uno de los mayores de España y bordeado por el
Tajo, destaca por su gran riqueza botánica. A nuestros pies se extendía el
susurrante tapiz de las hojas otoñales.
Y ante nuestros ojos una variada paleta de colores
con la que La Naturaleza nos obsequiaba.
¡Haciéndonos vivir momentos coloridos y mágicos!
No menos bonitas son las fuentes diseminadas por su
superficie. ¡Soberbia La Fuente de Narciso!
¡Y La Fuente de Apolo no se queda atrás!
¡Fijaos qué alto llegan los chorros de La Fuente del Cisne! ¡Hasta
el cielo!
¡Y lo ideal que está El Estanque de Los Chinescos!
Por esto y por mucho más que solo descubriréis paseando por allí,
no dudéis en acercaros hasta Aranjuez, privilegiado escenario natural declarado
por la UNESCO como Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad.
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