En la ciudad de Mérida, y
en el impresionante escenario del Teatro Romano, se celebra todos los veranos
El Festival Internacional de Teatro Clásico.
Este año se conmemoraba
la 60ª Edición, y, aprovechando nuestra asistencia a dicho evento, nos dimos un
bonito paseo por la que fuera la Emérita Augusta de los Romanos y que ahora
compartimos con vosotros en El Blog Grupo De Andainas Rías Baixas.
Y comenzamos nuestra ruta
en un marco incomparable. Primero visitamos y conocimos todos los pormenores
del Anfiteatro en donde, en la época del Imperio Romano tenían lugar los espectáculos
de más éxito, entre ellos, cómo no, la lucha de gladiadores.
De allí pasamos a conocer
el majestuoso Teatro Romano construído bajo el patrocinio de Agripa, yerno del
todopoderoso Augusto, entre los años 16 y 15 antes de Cristo.
Lo admiramos desde
distintos lugares. Impresiona la solidez de sus muros exteriores de piedra, nos
maravilla la belleza de sus columnas de mármol y quedamos hechizados por todo
el conjunto en general. ¡Una verdadera joya!
No dejéis de visitar la
parte posterior de la escena. Allí encontraréis un bonito jardín en donde se
encuentra un misterioso pozo, cuya utilidad todavía desconocen los arqueólogos.
En ese jardín se encuentra la llamada “Aula Sacra” en donde se honra la figura
de Augusto.
Poco a poco fuimos
recorriendo la ciudad y descubriendo los numerosos vestigios dejados por los romanos y
otras civilizaciones.
Así nos enteramos de que los romanos además de las termas
también hacían uso de los llamados pozos de nieve para almacenar y conservar la
nieve.
Una de las construcciones
que los romanos dejaron en muchos lugares son los acueductos, y en Mérida
tenemos uno muy bonito, llamado “Acueducto de Los Milagros” y cuya magnífica
estructura realmente nos cautivó.
Y no podían faltar los
templos, aquí muy bien representados con el llamado Templo de Diana,
excepcionalmente conservado y en el que destacan sus impresionantes columnas.
Muy
cerca de él acercaros hasta el conocido como “Pórtico del Foro” erigido a
mediados del S. I a imagen y semejanza del Foro de Augusto, en Roma.
Tampoco podían faltar los
arcos. Así tenemos el “Arco de Trajano” pero que en realidad no era un arco de
triunfo al uso, ni estaba dedicado a ese emperador de origen hispano, sino que
se piensa que en realidad era la monumental puerta de acceso al espacio sagrado
que circundaría a un gigantesco templo de culto imperial.
¿Y por qué otra construcción eran famosos
nuestros antecesores? Por los puentes que construían para pasar de una a otra
orilla de un río. Pues en Mérida tenemos una maravillosa muestra de su buen
hacer. Un Puente Romano de los más largos, aún hoy en día compuesto por sesenta
arcos de medio punto, con casi ochocientos metros de largo y doce metros de
alto en los puntos más elevados. Y en este caso, sobre las aguas del río Guadiana.
Asimismo podemos visitar
una casa romana, la Casa del Mitreo, con varias estancias en donde podremos
observar varios mosaicos, estanques, termas y diversas dependencias.
Y sin salir del recinto,
a través de una senda rodeada de cipreses, llegamos al Columbario, conjunto
funerario del S. I después de Cristo en donde se nos muestran
tumbas, mausoleos y distintos tipos de ritos funerarios.
Pero en el pasado de Mérida, como ya dije, también
intervinieron otros pueblos y que dejaron su huella en Emérita Augusta. Ahí está
la Fortaleza de La Alcazaba Árabe, erigida en la Mérida musulmana por el Emir Omeya
Abderramán II allá por el 835 de nuestra era. Se cree que servía como sede de las
dependencias administrativas omeyas y residencia del gobernador local, pero
sobre todo fue el filtro de acceso a la ciudad.
CLICAR AQUÍ Y VER LA RUTA EN WIKILOC
CLICAR AQUÍ Y VER EL ÁLBUM FOTOGRÁFICO
Gracias también por permitirme este viaje guiado a Mérida.
ResponderEliminarTodavía tengo un poco de envidia!
http://fali-vendo-me.blogspot.com