Esta semana presentamos en el Blog Grupo De
Andainas Rías Baixas un recorrido circular que tiene su inicio y fin en la
localidad de Paredes, Vilaboa.
Dejamos los coches frente a la gasolinera
de Paredes, antes de entrar en Arcade, y, después de cruzar la carretera, allá
que nos fuimos a realizar nuestra caminata dominical en una ruta que une el conocido
como “Sendero da Pedra Miranda” con parte de la llamada “Ruta de La Croa”.
Es
un paseo fácil para el caminante a pesar de la subidita inicial hasta Piedra
Miranda, una curiosa agrupación de rocas que han formado en su interior una
especie de cueva cuyo techo se encuentra decorado con raras oquedades que
parecen el fruto de una mente artista pero caprichosa y que no son más que el
resultado de la erosión del agua al filtrarse a través de la piedra a lo largo
de los siglos.
En ese lugar y algo más adelante disponemos de
varios miradores desde donde poder admirar preciosas vistas sobre la
ensenada de San Simón y la Ría de Vigo.
Y también todo el entorno de las Salinas
de Ulló, cuya contemplación, un verdadero regalo para nuestros ojos y nuestro
espíritu, nos hace darnos cuenta una vez más de la belleza inigualable de
nuestra tierra gallega.
Continuando nuestra marcha tuvimos que
abrirnos paso a través de un camino que ya se está cubriendo de maleza, y, una
vez cruzada la nacional 550 nos dirigimos hacia el lugar de Toural y ya encaminamos
nuestros pasos hacia Las Salinas de Ulló.
Allí nos relajamos contemplando las
lagunas existentes y en donde algunas grullas despistadas buscaban
apaciblemente su almuerzo.
Asimismo admiramos la firmeza de las ruínas de las
antiguas casas donde antaño se elaboraba la sal. Al lado de las mismas también encontramos
la boca de unas antiguas minas.
Seguimos nuestro paseo bordeando las salinas
completamente, cruzando las aguas bajas, primero por una pasarela de piedra en donde un pescador mataba las horas
y, dando la vuelta,
continuamos por orilla mar disfrutando de las Islas Alvedosas, allí casi al
alcance de nuestra mano y del Monte de La Peneda allí vigilando en lo alto.
Es verdad, qué simpático el toro negro
ResponderEliminar¡Hola Pilar! Sí, cuando vi el toro allá a lo lejos,se me ocurrió que podía ser un detalle simpático... Mira que no lleva años ahí...
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