El fin de semana pasada estuvimos de nuevo en nuestro lugar favorito: Marco de Canaveses… Y seguro que no os extrañáis de que así sea…
Esta vez,
lo hicimos coincidiendo con la celebración de la IX Edición de su Festival de Percursos. Nosotros escoginos el Pr-9 “Caminhos do
Zé do Telhado” por sernos todavía desconocido…
Ya desde el inicio, en las inmediaciones de La Quinta da Capela, caminamos en la compañía de nuestros buenos amigos de La AARO contemplando el lento discurrir de las aguas del Duero en la lejanía.
En un día previsto de lluvia, para entrar en calor, nos fue ofrecido un cafecito que entonó nuestros cuerpos para seguir caminando, bajo la atenta mirada de los organizadores.
En esta ocasión
especial la ruta cruzó terrenos de La Quinta de Cabanas.
Caminando
rodeados de la vegetación de la zona, a veces entre muros de piedra.
Y otras con el
infinito por horizonte, las aguas del Duero a vista de pájaro y el perfume de las
flores en el ambiente.
Al poco nos llama la atención el acceso a La Quinta da Azenha.
Continuamos
caminando envueltos en el paisaje rural con variada muestra de elementos
vegetales.
No falta alguna fuente, lavadero, almiña,… y vistas de las tierras circundantes.
Momentos hubo
de ir ascendiendo abruptamente así que ya tocaba un descansito con su
correspondiente momento culinario ofrecido por la organización del evento y que
permitió un mayor acercamiento entre los caminantes, en un bonito
emplazamiento.
Comenzamos
luego un ligero descenso que nos fue acercando al Río Duero, sobre el que
navegan los barcos cargados de turistas, en las cercanías del Embalse de Carrapatelo. 
Accedemos a La
Casa de Carrapatelo, casa senorial
blasonada, situada en un marco incomparable con capilla privada, fantástica
escalera y una magnífica fuente.
Ese telón de
fondo sirvió de escenario para una representación de las andanzas de Zé do
Telhado, el Robin Hood portugués, que da nombre a la ruta y que casualmente fue
apresado aquí, mientras intentaba asaltar a los dueños de la mansión.
Finalizada la
ruta tuvo lugar una convivencia entre los caminantes participantes con
almuerzo, canciones y danzas que reforzaron todavía más los lazos que nos unen
con esta maravillosa Asociación de Amigos do Río Ovelha desde hace más de una
década. Muito Obrigada!
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