El río Almofrei, uno de los afluentes del río
Lérez, antes de llegar a su destino, discurre por parajes llenos de historia,
encanto y etnografía.
Y esta semana la caminata circular que os
proponemos desde El Blog Grupo De Andainas Rías Baixas, tomando como base La Senda del Foxo do Lobo, existente en el concello de Cotobade, tendrá como
protagonistas la aguas del Almofrei y las tierras por él bañadas.
Así, aún la mañana no había despertado al
paisaje de su ensueño, cuando los senderistas llegamos hasta el área recreativa
existente en O Pozo Negro, Rebordelo, Cotobade. Allí, en una primera y rápida
visión ya pudimos admirar la belleza del lugar en donde el conjunto formado por
la playa fluvial, el puente, los molinos y cascadas constituyen un ejemplo de
perfecta armonía entre arquitectura popular y naturaleza.
Pero como la jornada acababa de empezar
decidimos continuar y dejar esa maravilla para el final de la ruta. Y por una
pista de tierra que hay paralela al cauce del río nos dirigimos hasta A Chan en
Carballedo. Allí disfrutamos del área recreativa y piscina fluvial y ya nos dirigimos
en busca del Foxo do Lobo.
Y lo hacemos siguiendo las indicaciones de la
ruta allí existente y que nos llevará a conocer las parroquias de Carballedo,
con el área recreativa antes mencionada y diferentes molinos; Rebordelo con la aldea
de O Sabugueiro, un lugar en donde el abandono de sus imponentes edificaciones y casas
de piedra, prácticamente engullidas por el bosque, y que en su día rebosaron de
vida y actividad, nos hace pensar en la belleza y esplendor de épocas pasadas y
en donde el caminante todavía puede saciar su sed en la fuente que allí mana;
La Ermita de San Brais con su cruceiro y pinar
que casi se da la mano con la carballeira de Os Martices; Loureiro con la aldea
deshabitada de Arufe en donde somos saludados por varias casas y hórreos abandonados
a su suerte, y que nos invitan a refrescarnos en el agua de la fuente que allí
permanece imperturbable...
También con los molinos de Os
Pasos, do Beseiro, de Portalaxe,... Y Corredoira con varios
molinos, el majestuoso Puente de Serrapio de sombría y misteriosa belleza prácticamente
mimetizado con su entorno natural. Se trata de un puente posiblemente de
principios del Siglo XVIII que cuenta con un solo ojo ligeramente apuntado y que
se encuentra en un entorno en donde el senderista se siente embargado por la emoción,
casi mudo ante la belleza de la piedra, los árboles y el agua como compañeros y
que parecen querer contarle mil y una historias del pasado.
Y ya por fin o Foxo do Lobo que, ubicado en una
estupenda carballeira, está compuesto por dos altos muros de mampostería de
gran longitud, dispuestos a modo de embudo y termina en un pozo circular
también en piedra y que a pesar de que no está completo nos da una perfecta
visión de la terrible y desigual lucha que en él se producía en tiempos no muy
remotos.
De allí
vamos serpenteando y descendemos hasta A Chan. Una vez allí nos dirigimos de
nuevo hasta O Pozo Negro y lo hacemos inicialmente siguiendo el Almofrei por su
margen derecho, para algo más adelante retomar
la pista de tierra que nos lleva hasta el punto final de la caminata.
Reseñar que toda la ruta constituye un recorrido precioso que discurre entre bosques frondosos
plagados de encanto y misterio, verdes y frescos prados, zona sombreada
que la hacen una buena senda para recorrer a pesar de que pueda hacer algo de calor, viejos
molinos, suaves caminos, antiguas corredoiras,
puentes, pontones, y casas abandonadas...
Indicar también que es una ruta fácil de
seguir por el senderista, ya que la parte que coincide con la senda del Foxo do
Lobo está muy bien señalizada con las marcas amarillas y blancas en casi todo
el recorrido, excepto un pequeño tramo justamente después del foxo en donde hay
que ir muy atentos en busca de las marcas que se encuentran desaparecidas. El
tramo del Pozo Negro hasta A Chan y vuelta se encuentra sin señalizar pero no
tiene pérdida pues es una pista de tierra que sigue paralela al cauce del río y
que nos deja al pie del área recreativa en Carballedo a la ida y en O Pozo Negro a la vuelta.
Nosotros hemos querido unir la senda del Foxo
do Lobo con esta parte del Pozo Negro, que también se conoce con el nombre de As
Buratas, pues consideramos que la belleza que allí se encuentra, con los
molinos a ambas márgenes del Almofrei, y las cascadas, sería la guinda del
pastel para esta ruta, capaz de hacer
las delicias tanto de los amantes del senderismo y la naturaleza, como de quienes busquen sosiego y
tranquilidad o simplemente un lugar bonito en donde inspirarse para fotografiar
y pensar en mil y una historias.
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