Pues parece que últimamente estamos gafados en cuanto a la meteorología
se refiere...


Allí comenzamos la andaina dominical dejando los coches en un
descampado que hay a la entrada del pueblo.
La ruta, que alterna zonas de tierra y caminos empedrados con algún
tramo de asfalto está bastante bien señalizada y no es difícil de seguir
incluso sin ayuda del GPS.

Pasaremos por lugares como Arcos, Zo, Paraná
y otros hasta llegar a Celeirós en San Andrés De Vea. Allí,
al pie de la iglesia, después de 17´110 km de
caminata, empapados hasta los huesos, pero siempre con la sonrisa dibujada en
la cara, dimos por terminada la aventura.
En la taberna contigua, unos
lugareños disfrutaban echando una partida a las cartas usando como moneda de
cambio unos granos de maíz.
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A chuva é boa!
ResponderEliminarXá dizia pessoa:
“Um dia de chuva é tão belo como um dia de sol.”
Olá Nelson Lobo!
ResponderEliminarGosto muito de Pessoa
Muito obrigada pela presença no blogue das caminhadas do GARB!