Este es el lema que reza en el escudo de Marín,
villa marinera donde las haya. Y ciertamente que al mar, eje sobre el que gira
la vida económica de esta villa, debe
Marín realmente su fortuna.
Y Marín fue el lugar elegido por los senderistas del Blog Grupo De
Andainas Rías Baixas para el punto de inicio de la habitual caminata dominical. En esta ocasión un recorrido por las diversas playas que desde Marín nos llevan hasta Bueu.
Una tupida cortina de agua cubría el paisaje
con un persistente tono grisáceo y un vientecillo más bien fresquito animaba la
mañana cuando a Marín llegamos.
Nosotros nos levantamos para caminar y ni
los fuertes aguaceros que nos acompañaron a lo largo de la jornada nos
impidieron volver a marchar sobre la arena
de la playa de Lapamán ni escalar sus empinadas rocas huyendo del mar, como ya habíamos hecho el pasado mes de Marzo.
de la playa de Lapamán ni escalar sus empinadas rocas huyendo del mar, como ya habíamos hecho el pasado mes de Marzo.
La arena, a veces, amenazaba con tragarse a alguno de nosotros y el
viento nos empujaba hacia la orilla en donde el mar mostraba su poderío
lanzando su potente bramido contra nosotros, 7 únicos intrépidos caminantes
sobre la mojada superficie.
Los paraguas resistían a duras penas los bruscos
embistes del vendaval, las capas impermeables volaban al compás, las botas se
mojaron tanto por dentro como por
fuera y nosotros llegamos, empapados de
arriba abajo, pero con muy buen humor y
la sonrisa en los labios a nuestro punto de llegada a otra villa marinera
Bueu, después de haber recorrido los 14 km más húmedos de la historia del Blog Grupo De Andainas Rías Baixas.
Y el buen humor todavía continuó
en el opíparo almuerzo que a continuación degustamos y que sirvió para poner el broche de oro a este año de
caminatas 2012.
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