Salimos del puente medieval de Ponte Lima bajo los acordes de “Uma casa Portuguesa” en la maravillosa voz de Dulce Pontes, emitida por las farolas musicales que jalonan el paseo y el puente viejo de esta bonita localidad portuquesa. También nos acompañaba un ligero viento, frío, incluso gélido, que mitigaba, de mañana, los tibios rayos del sol sobre nuestras cabezas.
La ruta va discurriendo la mayor parte entre caminos de tierra, bonitos senderos y “corredoiras” entre bosques, viñedos y huertas, algunas cultivadas y otras dejadas “a monte”, y alternando con algún pequeño fragmento aislado de asfalto y caminos empedrados a la usanza portuguesa.
Así caminamos a través de lugares como Antepaço, Arcozelo, Salgueiro, Codesal, A Balada, Labruja, Bandeira, Cabanas, Carballido, Cerdeira, San Roque y Rubiães, en cuya iglesia de San Pedro, románica del siglo XII, estaba nuestro punto final de etapa.
Señalar que este tramo del camino es una de las etapas más bonitas de la parte portuguesa, y también, quizás, la más difícil, pues hay que subir la cota más alta de la ruta, el llamado Alto da Portela Grande, un trecho bastante duro, por la subida misma, porque es un tramo muy empinado, y porque la senda en sí es un auténtico pedregal que tienes que ir sorteando y ver con cuidado en donde vas a dar el paso siguiente.
Justo en medio de este tramo difícil, encontramos la “Cruz de los franceses” o “Cruz dos Mortos” que como suponéis está erigida para conmemorar la muerte de la gente que luchó contra los invasores franceses.
Decir que, ahora, también es un monumento más en que los peregrinos acostumbran a dejar sus piedrecitas, así como en algún que otro lugar más, y que nosotros, también continuamos esa ya tradición, aportando nuestro recuerdo a las ya casi montañas formadas al pie de estos homenajes espontáneos al caminante.
Tanto en la etapa pasada como en esta coincidimos con bastantes caminantes, peregrinos haciendo el camino.
La mayoría eran senderistas portugueses, que aprovechaban la Semana Santa, pero también había parejas de alemanes, holandeses e ingleses. Todos ellos coincidían en comentarnos que a pesar de que esta parte del camino no es muy conocida, ellos estaban disfrutando mucho, sobre todo por el paisaje, por la gente y por no haber la aglomeración que existe en la última parte del Camino Francés y que te impide gozar plenamente de lo que supone el sacrificio del diario caminar hasta lograr llegar a la meta: Santiago de Compostela.
También, como no, encontramos varios edificios religiosos, como la capila de Nosa Señora Das Neves, el monasterio de Labruja, la capilla de San Pedro, y la ya mencionada anteriormente Iglesia románica de San Pedro de Rubiães, en cuyo atrio se encuentra además un impresionante miliario romano, vestigio de la Vía Romana XIX.
Como ya he dicho antes, un tramo muy bonito, y para nosotros, en este día, todavía más, porque además del tiempo espléndido, nos vimos acompañados durante gran parte del recorrido por el canto del cuco. Tuvimos suerte porque este que nos tocó en suerte era un cuco generoso, diría incluso, que algo nervioso, y que parecía saber que lo estábamos escuchando y lanzaba sus Cu-Cu, al aire, sin descanso, una y otra vez.
Y para completar la jornada, almorzamos en Valença, en donde es verdad que se nota esto de la crisis. Y, ya por la tarde, además de, como muchos otros visitantes, pasear por su impresionante muralla, desde donde podemos contemplar nuestro río Miño, a su paso por aquí amplio, sereno y luminoso y una magnífica vista de Tuy,
con su catedral, a lo lejos, nos acercamos hasta un parque que hay en las riberas del Miño, en donde se encuentra un santuario dedicado a la Virgen de La Cabeza, cuya fiesta estaban celebrando, coincidiendo con La Pascua.
Olá,
ResponderEliminarEsta foi por cá...
Abraço
Pois é Tony!!!
ResponderEliminarTu já sabes como gostamos do teu país e da sua gente, do jeito de ser das pessoas!... Mas como Em Marco não... Em Marco de canaveses ainda o dobro!!!
Muito obrigada por continuares sempre ai a caminhar conosco!
BJS!!!
Mary
Até Domingo (no Marco) Mary!
ResponderEliminarAté Domingo No Marco Tony!
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