Y, después de tanto tiempo soñando con Venecia, al fin
pudimos cumplir nuestro sueño de visitarla y vivirla.
Ya sabéis que Venecia es una maravillosa ciudad compuesta
por más de cien pequeñas islas comunicadas por canales y que, para desplazarse por ella, lo más
común es hacerlo en barco o, mucho más romántico, hacerlo sentados en una
góndola dejándose llevar por el gondolero.
Aunque también es encantador
patear por pequeñas callejuelas y puentes que realmente despiertan la
imaginación y la fantasía.
Nosotros llegamos por mar y, nada
más desembarcar, la primera estampa que vimos es quizás una de las más conocidas
de Venecia. No podían faltar las góndolas y la imagen del Campanile de San
Giorgio Maggiore al fondo.
Continuando el paseo nos topamos con
El Puente del Sepulcro y a continuación El Puente de La Piedad.
A pocos pasos nos recibe El
Monumento A Víctor Manuel II.
Muy cerca del Puente
Michelangelo y El Palacio Dandolo.
En sus inmediaciones tenéis más
posibilidades de realizar las típicas fotos con las góndolas, el canal y San
Giorgio Maggiore en la lontananza.
Cruzaremos El Puente de La Paja desde el cual se puede avistar
el famoso Puente de Los Suspiros, del S. XVII.
Que permitía pasar desde La Prisión de Los Plomos al
Palacio Ducal, antigua residencia de los Dux de
Venecia y sede del gobierno veneciano, construido en el S. XIV en
estilo gótico veneciano, con influencias orientales en su ornamentación.
Y henos ya inmersos en La Piazzeta
San Marco con sus famosas columnas coronada una con El León Alado de San
Marcos y la otra con La imagen de San Teodoro.
Que nos dirigen hacia la espectacular
Plaza de San Marcos.
Por su altitud y color nos
fijamos en El Campanile con sus decoraciones y el ángel dorado en
lo más alto.
Y, ¿Qué decir de La Basílica
de San Marcos? Majestuosa
catedral con origen en el S. XI , estilo bizantino y decorada con espectaculares
mosaicos dorados.
Fijaos también en La Torre
del Orologio, obra maestra de cuatro pisos a modo de arco de triunfo, en donde destaca la esfera
del reloj y la gran campana con los moros, dos autómatas gigantescos que la
hacen sonar.
No dudéis en daros un paseo en
góndola dejándoos llevar por los expertos gondoleros. Conociendo preciosos
rincones que, de otro modo, resultarían inaccesibles.
Es un momento realmente mágico,
imaginándonos en tiempos pasados en que por allí paseaba el mismísimo Marco
Polo y otros personajes de La Historia.
Y conociendo la bulliciosa magia
del Gran Canal.
Y, estando en Venecia, cualquier rincón tiene su encanto,
desde la calle más estrecha, los pasos entre arcos, los antiguos pozos y
esculturas en las plazas…
Las distintas iglesias que encontraréis por doquier, algunas
con la torre inclinada…
Los numerosos puentes entre los canales que nos permiten también
admirar las casas y palacios de antigua arquitectura …
La Scala Contarini del Bovolo, edificio del S. XV, con una preciosa
escalera de caracol, y otros muchos
detalles en que os fijaréis cuando por allí caminéis.
No paséis por alto El Puente de Rialto, un puente peatonal cubierto, sobre el que veréis numerosas tiendas en donde comprar los más
variados y típicos recuerdos.
Desde
él se obtienen magníficas vistas sobre el Gran Canal.
Pasead
por sus cercanías deteniéndoos a admirar relajadamente todo lo que os rodea.
Con
el Gran Canal como gran protagonista.
Iremos
cerrando el paseo retornando de nuevo a La Plaza de San Marcos en donde
degustamos sabrosos cafés, escuchamos música y nos deleitamos con refrescantes
helados en tal incomparable marco .
Pero
no regresamos sin echar una última mirada a la conocidísima estampa veneciana
que perdurará por siempre en nuestra memoria al igual que todo lo allí vivido.
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