Os invitamos a un
pequeño recorrido por la ciudad portuguesa de Braga, la Bracara Augusta fundada
por El Emperador Romano
Augusto hace más de 2.000 años.
Iniciamos en La Plaza
Conde de Agrolongo que comenzaba a engalanarse con los adornos navideños.
La estatua del Marechal
Gomes de Castro nos señala el camino hacia La Igreja do Pópulo de Fachada Neoclásica.
Os gustará su bonito interior decorado con diversos retablos dorados y azulejos
en azul y blanco.
Todo ello muy cercano al
monumento conocido como “Silo da Memória” dedicado a Francisco Salgado
Zenha, figura de la democratización del país vecino después de La Revolución
del 25 de Abril.
Por allí descubrimos
también O Museo dos Biscainhos, ubicado en un Palacio Barroco
del S. XVII con magníficos jardines.
A continuación nos acercamos hasta O Campo das
Hortas. Allí disfrutamos de sus jardines con una gran Fuente de finales del S. XVI de Estilo Manieirista.
Así como de la majestuosa Casa Dos Cunha Reis, Palacete Neoclásico del S. XVIII.
En frente se eleva El
Arco da Porta Nova de Origen Medieval reconstruido en
el S. XVIII en Estilo Barroco. Destaca El Escudo de Armas del
Arzobispo de Bragança en una parte y en la otra, de Estilo Neoclásico, una
imagen de Nuestra Senhora de
Nazaret.
Continúa callejeando el visitante contemplando la variedad de coloridas
casas que lo rodean.
Al tiempo que se va acercando al enclave en que se encuentra La Catedral
de Braga, la más antigua de Portugal, con casi 1.000
años de antigüedad.
Su arquitectura muestra mezcla de varios
estilos como El Románico, El Gótico, El Manuelino y El Barroco.
En su interior podemos admirar distintas capillas, en una de las
cuales está enterrado El Primer Rey Portugués, Afonso Henriques.
Si alzáis los ojos, además de diversos elementos arquitectónicos de los
estilos ya mencionados, descubriréis
coloridos mosaicos y el espectacular Coro Alto de Estilo Barroco con un
impresionante Órgano.
El caminante llega ahora hasta El Largo de São Paulo en donde se ubican
La Igreja de Santiago, de construcción moderna, y La Igreja de São Paulo, de
fachada lisa y sobria, que guarda en su interior el mejor conjunto de Arte Barroco
de la ciudad. Contempla todo ello la efigie de Frei Bartolomeu dos Mártires.
Las acompaña la esbelta figura de Nossa Senhora da Torre cuya Torre
de Santiago aún conserva su Apariencia Medieval.
Al otro lado de La Puerta de Santiago, a la izquierda, nos espera el imponente edificio del Colegio Jesuita de Santiago, El Palacio de los
Falcões y La Fuente Seiscentista de Santiago.
Regresamos al Rossio da Sé Catedral en donde nos
sorprende El Monumento a Los Arcebispos de Braga.
Ya en Rúa de Nosa Senhora do Leite una almiña nos da paso a otra visión de La Catedral con gárgolas y otros
elementos arquitectónicos acompañando a una imagen de Nosa Senhora do
Leite y una inscripción a Isis Augusta.
Arribamos así a Rúa
Domingo de Sousa con nuevas imágenes de La Catedral y la novedad de La Igreja
da Misericordia del S.XVI con elementos renacentistas en la fachada.
Ya en el Largo do Paço, se encuentra El Antiguo Palacio Episcopal construido del S. XIV al XVIII. En medio de la plaza mana la conocida como Fonte dos Castelos del S. XVIII.
Callejeando por el entorno casi navideño seguimos conociendo más
monumentos de la ciudad como La Casa do Passadiço y La Praça do Artesão.
Muy cerquita nos encontramos con La Capela dos Coimbras o Capela de Nossa
Senhora da Conceição construida en Estilo Manuelino
en el S. XVI.
Al igual que la residencia anexa
conocida como Casa dos Coimbras.
Llegados al Largo Carlos Amarante nos
topamos con uno de esos parajes tan de actualidad con jardines, fuente, Las Letras de Braga y la impresionante Iglesia de San Marcos, del S. XVIII, al fondo.
En uno de los laterales no pasa
desapercibida La Iglesia de Santa Cruz.
No os perdáis la
colorida Casa do Raio del S. XVIII con azulejos azules añadidos posteriormente a la Decoración Rococó de ventanas y balcones.
Por La Avenida da
Liberdade llegamos a La Avenida dos Combatentes en donde relajamos la vista y
el espíritu con el aroma y colorido de sus jardines, las diferentes esculturas
y fuentes y diversas iglesias esparcidas a uno y otro lado.
Ya en La Praça da
República admiramos La Igreja da Lapa, Neoclásica, y La Arcada contigua cuyo origen se remonta al S. XVIII.
En su parte posterior no os perdáis la fantástica
Torre de Homenaje del Antiguo Castillo de Braga, que nos recuerda su pasado
fortificado con murallas allá por La Edad Media.
Y ya vamos cerrando el círculo de nuestra caminata, pero todavía nos
faltan bellezas por conocer. Como La Fuente do Dragão que causa fascinación en
los turistas.
Así como también lo hacen Los Jardines de Santa Bárbara y su entorno, en donde una arcada, acompañada de la silueta almenada del Antiguo Palacio Episcopal,
nos evade a tiempos medievales.
Todo ello a muy pocos pasos de A Praça do
Município en cuyo centro mana agua La Fonte do Pelícano, de Decoración Barroca,
teniendo como telón de fondo El Edificio de La Cámara Municipal del S. XVIII.
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