¡Hace muy poco Los Senderistas del Blog Grupo de Andainas Rías Baixas nos hemos topado con una serie de molinos chulísimos!
Se encuentran en lugares de O
Porriño. Para llegar al primer conjunto, inicialmente seguimos una senda de
variada vegetación, con aparición de caballo blanco, incluida.
Se trata de Los Molinos de
Mosende, cerca de Figueiras.
Tienen la particularidad
de que todos son molinos de cubo y, al estar muy juntos, aprovechan el agua del
mismo pequeño regato que por allí pasa.
Se encuentran
rehabilitados y en sus paredes figuran nombres como “Muíño” de Cristobo, de Carmen
e Xibarra, de Carmen e Martín, de Benxamín e Cristobo, Do Evaristo, de Carmen e Pura, de Manolo
e Xosé,…
Nos llamó la atención uno
casi pegado a una gran roca.
Es una delicia estar
allí, echar la imaginación a volar y rememorar la vida de antaño cuando
nuestros antepasados se acercaban por el estrecho sendero acarreando el grano
para la molienda.
El arroyo se desliza
ladera abajo dejando bonitas estampas junto a los molinos.
A los que dejamos
continuando ascendiendo bajo el cielo azul, acompañados de frondosa arboleda.
Hasta que arribamos al
enclave en que se encuentra La Ermita de La Virgen de las Nieves desde donde se
contempla una bonita panorámica.
Prosigue viaje el
caminante por bonitos senderos, de nuevo con vegetal compañía y el celeste en
las alturas.
Y precisamente desde allí,
las inconfundibles cumbres del Galiñeiro, nos otean a vista de pájaro.
Eso alegra nuestras almas
que se dejan llevar contentas y felices de poder vagar por allí.
Un rincón con hiedras
enredándose por los troncos de los árboles, pozo y fuente de piedra, nos invita
a un descansito.
Es en el lugar de O Tosal
en donde, además, descubrimos estas misteriosas ruinas en piedra.
Y ya nos vamos en busca
del Regato de Chenlo al que encontramos algo desmelenado, con pequeñas cascadas
deslizándose ladera abajo.
Lo rodean campos
cultivados y una gran masa arbórea.
En sus márgenes
primeramente divisamos Los Molinos de Filgueiras algo abandonados a su suerte.
Y poco después en un
bonito paraje atisbamos Los Molinos de Chenlo.
También tienen nombre, como “Muíño” da Roxa, de Anao, da Silva, da Laxe, da Rosquilleira y da Roxelia.
Allí, caminando sobre las tablas de un puentecillo, viendo gotear las fuentes de piedra, y contemplando las flores y la belleza melancólica de los molinos, parece que retrocedemos en el tiempo.
El agua cantando a nuestro lado contribuye sin duda a poner una nota más de encanto a la ruta. ¿Verdad que vosotros también pensáis lo mismo?
CLICAR AQUÍ Y VER LA RUTA EN WIKILOC
No hay comentarios:
Publicar un comentario