viernes, 30 de abril de 2021

Por Las Cascadas De La Ruta Del Agua De Zas

 ¿Os apetece columpiaros sobre una cascada? 

Los Senderistas del Blog Grupo de Andainas Rías Baixas lo hicimos caminando sobre La Ruta del Agua de Zas. En su inicio, multitud de silenciosos molinos nos salen al encuentro. 

Todos tienen nombre propio y su muela, antaño, era movida por las aguas del Río Sisto.

El conjunto de molinos y el rumor del agua proporcionan un encanto especial a este primer tramo de la ruta. 

Echando la imaginación a volar nos vemos inmersos en la ruta de la gente que se acercaba hasta aquí para ver cómo el grano que aportaban se transformaba en preciada harina.

El sendero nos lleva en volandas serpeando con el río que fluye calmo y manso a nuestra vera. Un viejo y desvencijado pontón es testigo de nuestro paso.

Al igual que recios muros de piedra teñidos de la verde y musgosa pátina del tiempo.

Al poco, una pequeña área recreativa nos ofrece un descansito.

Es justo antes de entrar en Budián en donde podremos ver muestras de la arquitectura tradicional gallega por estos parajes con muros y casas de piedra, hórreos, cobertizos,…


Y que abandonamos para continuar disfrutando de una senda preciosa y bien señalizada. 

Que nos conduce directamente al enclave en donde El Regato da Fervenza se precipita en un desnivel de 40 m formando diversas caídas de agua.

Una de ellas, La Cascada de Budián, por su forma y altura es especialmente sugerente. 

Con el aliciente de que hay colocado uno de esos banquitos tan de moda. Éste es un pelín especial y nos toca la fibra sentimental a los gallegos con las palabras que en él hay escritas. 

No pasamos por alto un silencioso molino acurrucado al lado de tanta belleza y sonoridad. 

Continúa el caminante su periplo acompañado por el cantarín regato y varios molinos en la orilla.

No os perdáis el coqueto asiento de madera al borde mismo del río y la senda que viene a continuación. 

Un rústico pontillón de piedra nos ayuda a cruzar de orilla para seguir disfrutando de este maravilloso entorno de vegetación variada. 

Pasamos la localidad de Parga y al poco nos sorprende el bullicioso estruendo de La Cascada do Pozo do Muiño formada por El Río Parga

Según cuenta la leyenda una chica perdió aquí la vida víctima del desamor, y en noches de luna llena y con la cascada en todo su esplendor, se escuchan sus gritos llamando al amor que se fue y nunca volvió. 

A su lado descansan un molino y un batán que contribuyen al encanto del enclave. 

Que abandonamos pero sin dejar la compañía del río Parga por un sendero bien cuidado y salpicado con la presencia de varios molinos en distinto estado de conservación. 

Hasta que llegamos al momento cumbre de la caminata: el paraje en donde El Río Parga deslizándose vertiginosamente desde 45 m de altura forma La Cascada do Rabiñoso.

Es una maravilla el poder estar allí contemplando esta manifestación de la naturaleza que se nos mostraba en todo su esplendor.

La sensación es indescriptible con el alma respirando belleza y llenándose de vida. 

Sobre el bullicio cantarín de la cascada, el caminante experimenta calma y sosiego y se atreve a balancearse sobre las aguas gracias al columpio allí existente. 

Los molinos que después aparecen casi sobre el mismo lecho del río nos transmiten esa misma calma y tranquilidad de espíritu para solaz de la vista, serenidad del cuerpo y sosiego del alma.

Como una aparición nebulosa entre el pasado y la ensoñación es nuestro encuentro con un rústico puente de piedra que nos invita a pisarlo y cruzar a la otra orilla. 

Para después de unos cuantos metros terminar esta caminata en donde el corazón se llenó de entusiasmo, serenidad y energía para un largo tiempo. 


 CLICAR AQUÍ Y VER LA RUTA EN WIKILOC

CLICAR AQUÍ Y VER TODAS LAS FOTOS DE LA CAMINATA