domingo, 28 de abril de 2019

Por Los Pasadizos De Esmoriz, Portugal

Los Pasadizos de Esmoriz en Ovar, Portugal, nos invitan a un paseo relajante y tranquilo. 
Que realizaremos dejándonos llevar sobre su camino de madera. 
El cual nos va conduciendo sobre las aguas de los húmedos terrenos por los que discurre. 
A ambos lados predominan los juncos, cañas y otros arbustos que se aclimatan a este ecosistema.
La senda va zigzagueando y el senderista se recrea en esta flora sobria pero plena de belleza.
La Laguna de Paramos, cuyas aguas sorteamos también sobre algún que otro puente, es la que propicia todo este festín para los sentidos.
Poco a poco nos vamos acercando a zona dunar. Las maderas, que parecen extenderse hasta el infinito, nos llevan ahora sobre fina arena. 
El día es propicio para la caminata y el cielo luce azul y luminoso en el horizonte. 
En los momentos en que los pasadizos se acercan a besar la arena de La Playa de Paramos no podemos contenernos y bajamos a saludarla. 
Las olas, sabedoras de nuestra presencia, se lanzan a la orilla estruendosas y encrespadas haciéndose notar. 
 Continuamos nuestro periplo oteando en la lontananza La Capilla de São João a la que nos aproximamos siempre con el sonido del océano como banda sonora. 
Va el caminante avanzando extasiado y dejando atrás solamente sus huellas sobre la arena que invade los pasadizos.
Un momento culminante es cuando nos encontramos con este bonito puente elevado y arqueado.
Los pasadizos nos permiten seguir viendo el mar, en la "Barrinha de Esmoriz", ahora algo lejano y silencioso.
Tiempo hay también para la observación de la fauna local, a lo largo de la jornada, y en los puntos señalados para ello. 
 Bonito final para nuestro paseo sintiendo además el olor a mar que la brisa traía hacia nosotros. 

domingo, 21 de abril de 2019

Por Freixo de Numão, Portugal: Zimbro II, Rumansil, Área Arqueológica De Prazo y Mucho Más

Los Senderistas del Blog Grupo de Andainas Rías Baixas hemos estado conociendo El Circuito Arqueológico de Freixo de Numão, Portugal
Comenzamos a caminar en el mismo Freixo de Numão en donde somos recibidos por unas grandiosas máquinas acompañando un obelisco con el escudo de Portugal.
Callejeando arribamos a una placita con La Iglesia Matriz dedicada a San Pedro y un imponente “Pelourinho”, o picota, ambos del S. XVIII
Nos gustó La Capillita de Santa Bárbara, en una roca muy soleada en donde secaba al viento la colada de las vecinas. 
En seguida nos encontramos caminando sobre una Calzada Romana muy bien conservada.
Modernas ruinas, y “O Banco do Rei” la contemplan curiosos. 
Estas tierras son predominante agrícolas encontrándonos fincas cultivadas y “eiras” dedicadas al secado y almacenamiento del grano y fruto recogido. 
En el lugar de Regadas nos damos de bruces, en pleno camino, con los restos de lo que fue en sus tiempos una “Mansio Romana” con su correspondiente calzada. 
No os perdáis el molino de cubo en sus inmediaciones. 
Continuando nuestro caminar, en seguida damos con el yacimiento de Zimbro II que habría estado ocupado desde el S. I a. C. hasta el IV d. C. 
¡Emociona pensar los acontecimientos que por aquí pueden haber ocurrido!

Es primavera y eso se nota en el ambiente.  
 A nuestra vera los olivos, almendros, viñedos y otros cultivos se van alternando para hacernos compañía.  
 Acercándonos a Murça vamos ascendiendo paulatinamente y llega el momento de encontrarnos con las montañas y los famosos socalcos que las caracterizan.  
 El azul del cielo allá arriba semeja al alcance de la mano. 
Algunas rocas y flores silvestres se suman al cuadro pintado por la naturaleza.  
Que nos va conduciendo hasta Rumansil, ruinas de una Villa Rústica constituida por edificios de arquitectura civil e infraestructuras agrícolas e industriales de La Era Romana
Del S. III d. C., se encuentra en la parte más alta de la caminata, pero llegar hasta allí realmente merece la pena. 
Todavía en trance por tal maravilla el senderista continúa su camino para encontrarse con la réplica de un posible dolmen. 
La senda está bordeada de almendros tan cuidadosamente cultivados por estos parajes. 
Y nos va acercando hasta la guinda de la jornada: La Estación Arqueológica de Prazo.
Con ocupación humana desde El Paleolítico hasta el S. XIII ocupa dos alturas. La superior conserva restos ligados al almacenaje, secado y molienda de cereales. 
En la inferior se pueden observar los restos de una villa romana y un templo medieval.     
En sus cercanías os llamará la atención La Capilla de São João do Prazo construida a partir de una inscripción en la roca de la que forma parte. 
Y entre muros de piedras antiguas y fuentes en que las ranas y los sapos son protagonistas, va el caminante terminando su periplo.   
Que le lleva nuevamente a las calles y edificios solariegos de Freixo de Numão sumergida entre lo medieval y lo moderno. 
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