lunes, 29 de octubre de 2018

Oleiros: Pazo de Santa Cruz, Parques Y Playas

En Oleiros, en una pequeña isla sobre las aguas, se encuentra El Pazo de Santa Cruz.
Para acceder a él antiguamente había que esperar a la marea baja o trasladarse en barca. Actualmente una plataforma de madera nos lo facilita.
Hace unos días, los senderistas del Blog Grupo de Andainas Rías Baixas, le hicimos una visita. Comenzamos caminando por el paseo habilitado alrededor de la isla.
A veces el paso se ve facilitado por escaleras de madera.
Pero habrá momentos en que caminaremos sobre la roca de la isla.
En seguida accedemos a donde se encuentra el edificio principal, en tiempos residencia de verano de Emilia Pardo Bazán.
También encontraréis un palomar, ahora sin sus ruidosas habitantes.
Y no podía faltar la robusta y seria torre vigía.
Dejaos ir calmosamente por sus cuidados jardines y no os asustéis por los seres que los pueblan.
A través de la muralla almenada otearéis el mar azul, Oleiros y A Coruña, y podréis echar un ojo de halcón sobre lo visto anteriormente. 
Abandonamos este conjunto, Bien de Interés Cultural, que junto con el mar en calma y las barcas meciéndose tranquilamente, seguirán formando parte del decorado de nuestro recorrido.
Los peldaños de una escalera de madera nos elevan sobre el mar y nos llevan a otros parajes siempre cercanos a la inmensidad salada.
De improviso nos sale al paso el colorido espectáculo del Parque Das Galeras.
Tonos verdes, marrones, azules… ¡Un baño relajante para los sentidos! Con el sonido del mar como música de fondo.
Que también disfrutaremos una vez llegados al Parque Nirvana colgado sobre el acantilado. 
No dejéis de acercaros hasta el emplazamiento del Faro de Punta Fieiteira de estructura poco convencional pero con unas vistas increíbles. 
Como es una ruta por las orillas de La Ría de A Coruña, no pueden faltar los arenales. En la Playa de Bastiaguiero los surfistas remontaban las olas que morían dulcemente en la orilla.
Y en La Playa de Santa Cristina el mar era un plato y las barcas se concedían un pequeño descanso. 
Tomamos contacto con El Malecón de Santa Cristina y las aguas que lo besan.
Y nos dimos un pequeño  garbeo por El Paseo Marítimo con delfines como protagonistas principales.
También destaca la pétrea figura del Torreón de Los Bescansa, antiguo polvorín del S. XVII
Es una auténtica delicia dejarse llevar sobre las maderas del paseo con el olor a mar en la pituitaria.
Y con la sombra y el cobijo de algunos ejemplares arbóreos. 
Regresamos a Oleiros. Las figuras casi de cómic del Monumento a Los Emigrantes seguían mirando al mar infinito. Los caminantes los despiden con una sonrisa nostálgica y confiante.  
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lunes, 22 de octubre de 2018

Buitrago De Lozoya Y Sus Murallas A Vista De Pájaro

Enclavada en un promontorio sobre el meandro del Río Lozoya se encuentra Buitrago de Lozoya, localidad de La Comunidad de Madrid que conserva intacto su recinto amurallado.
Cuando el visitante llega es recibido por la fuente que mana agua fresca en La Plaza de La Constitución.
Si elevamos la vista en seguida descubrimos La Torre del Reloj.
Se trata de La Torre Albarrana del recinto amurallado, desde donde se ejercía la vigilancia y defensa de la entrada principal en épocas pasadas.
Para penetrar intramuros lo hacemos a través de un arco de doble herradura y otro ojival que nos transportan a plena Edad Media.
Ya dentro invertimos algún tiempo contemplando La Iglesia de Santa María del Castillo
Sus inicios fueron de estilo gótico pero sufrió modificaciones a lo largo de los siglos.
Por cierto que si vais allá por la primavera veréis sus tejados adornados con varios nidos de cigüeñas. 
Seguro que os llamarán la atención los restos del Castillo-palacio, antigua residencia real y que también acogió a Juana La Beltraneja.
No podemos dejar atrás La Muralla que rodea todo. 
Por supuesto que os gustará pasear por ella, recorriéndola casi por entero. Hay varios tramos de escaleras que permiten su acceso.
Desde ella admiraréis mejor el conjunto declarado Monumento Nacional en 1931. 
No paséis por alto La Coracha, extensión de la muralla para acceder al río en caso de sitio.
Allí mismo atravesaréis El Arco de La Coracha y tendréis una amplia visión del Río Lozoya y de la majestuosidad de la muralla en general.
También tendréis ocasión de caminar bajo la elegancia sutil del Arco del Piloncillo.
Siempre teniendo como compañera de paseo a la pétrea y altiva muralla.
Llega ahora el caminante al Puente Viejo o Puente del Arrabal, sobre las serpeantes aguas del Lozoya en donde la muralla se mira coqueta.
Seguimos el cauce del río y seremos obsequiados con bonitas estampas.
Con la gente disfrutando plenamente del sol y de las aguas. 
Pisamos ahora un suelo diferente, en pleno bosque, acompañados de alcornoques y otras especies.
En donde las rocas también contribuyen a alegrar el paisaje. 
Y por fin arribamos al emplazamiento que buscábamos. 
Una verdadera atalaya desde donde divisar a vista de pájaro Buitrago y su recinto amurallado.
Ya de vuelta a Buitrago todavía nos esperaba la monumentalidad de La Barbacana de la muralla.
Por esta pequeña abertura en su estructura accedemos de nuevo a la ciudad.
Y, con muy buen sabor de boca, ponemo punto final a nuestra caminata.
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