lunes, 28 de marzo de 2016

Paseo Por Ribeira: Castro Da Cidá, Dolmen de Axeitos Y Senda Fluvial Del Río Artes

El Castro da Cidá, en Ribeira es un antiguo emplazamiento castrexo que dicen estuvo habitado por Los Celtas hace más de 2.000 años. 
Se encuentra en la cumbre del Monte de A Cidá, de ahí su nombre, y las vistas que los senderistas del Blog Grupo de Andainas Rías Baixas contemplaron desde este rincón son realmente espectaculares. 
Pero antes de llegar hasta allí nos dimos un bonito paseo por las tierras de Ribeira. En él primeramente nos encontramos con El Petroglifo Das Cabras, las cuales se quedaron pasmadas viéndonos pasar a su vera tan tempranito.
También pisamos sobre La Senda Fluvial del Río Artes en donde el caminar se hace fácil a través de árboles propios de ribera, algunos de los cuales cubiertos de hiedra dan especial encanto al entorno.
Y poco después arribamos a uno de los puntos culminantes de esta ruta, al enclave en donde se encuentra El Dolmen de Axeitos.
Como sabéis es una tumba colectiva que data del Neolítico, alrededor de 4.000 anos antes de Cristo, por lo que es uno de los más antiguos y también más grandes y mejor conservados de Galicia.
De nuevo tomamos contacto con las aguas del río Artes que nos acompaña suave y casi en silencio mientras contemplamos las retorcidas ramas de los elementos arbóreos de sus orillas. 


Encontraréis distintas pasarelas, tanto de madera como rústicos pontones para cambiar de margen si así lo deseáis, como sucede por ejemplo cuando nos acercamos al molino de Correa. 
Es primavera y los brotes nuevos van surgiendo por doquier, el caminante, no puede mostrarse indiferente al prodigio que se renueva año tras año.
Se acerca el senderista más al litoral y pasamos muy cerca de las famosas Dunas de Corrubedo, cuyo pueblo y playas divisamos allá en la lontananza desde diversos puntos de la caminata.
Es una delicia poder contemplar la aguas saladas y azules que llegan a besar la orilla, mientras tú te encuentras rodeada de verde y más verde.
Porque también El Océano Atlántico tiene protagonismo en nuestra jornada, con amplias perspectivas  para encontrarlo siempre sublime y majestuoso lo mires desde donde lo mires.
Y desde luego no podéis perderos todo lo que se ofrece ante nosotros una vez llegados al paraje en donde se encuentra El Castro Da Cidá.
El Castro en sí, sus casas e  instalaciones, en un lugar realmente único con una inmejorable situación defensiva.
Y sobre todo espectacular por la visión fantástica de todo el horizonte con el océano por casi todos lados. 
¡Ah! Y si os acercáis por allí, andad con sigilo y no despertéis al gigante dormido que se encuentra en sus inmediaciones…
También os recomiendo acercaros al llamador Mirador Da Rá en donde podréis continuar disfrutando de todo lo bonito que la Madre Naturaleza nos ofrece en estos rincones de nuestra Galicia.
El mirador en sí ha sido recientemente remodelado y también el alma del senderista se renueva con todas las sensaciones que el lugar y el paisaje nos regalan.
Y poco a poco, descendiendo retornamos a nuestro lugar de inicio, pasando antes por la tranquilidad del Parque de San Roque
Llenándonos de sol y de brisa marina a través del paseo marítimo. En el agua, serena, los veleros descansaban mientras  la arena esperaba nostálgica los pasos de los veraneantes.
¡Cómo relaja simplemente parar y contemplar la calma del mar! 
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lunes, 21 de marzo de 2016

Monte Aloia, Miradores Y Alrededores

El Monte Aloia, una de las mejores atalayas para disfrutar emocionantes paisajes de nuestra Galicia vuelve a ser protagonista en El Blog Grupo de Andainas Rías Baixas.
Ya desde el inicio, en el entorno de La Capilla de San Xián tenemos la sensación de que nos estamos adentrando en un lugar realmente mágico.
No en vano este lugar está considerado como el mítico Monte Medulio, envuelto en la niebla de la leyenda y en donde los lugareños trabaron su última batalla contra los romanos, prefiriendo la muerte antes que la rendición.
Por cierto, ¿Os habéis fijado en el reloj de sol de la ermita? ¡Realmente magnífico!
Si te acercas por allí date una vuelta por los diferentes miradores. Desde cada uno obtendrás una perspectiva diferente. Así desde El Mirador de San Xián podrás otear lejos, muy lejos, contemplando las tierras de España y también Portugal.
Desde El Mirador do Castelo y otros como el de la foto, divisarás el conjunto de montañas que circundan el Aloia, así como La Ría de Vigo con Las Cíes como bandera.
Este otro que aquí os muestro, El Mirador del Ingeniero Rafael Areses no nos ofrece gran cosa, pues los árboles han crecido más allá de su altura, pero él por si mismo ya es todo un espectáculo.
Particularmente me gustó llegar hasta aquí.
Por la belleza reinante, por lo pintoresco del emplazamiento, rodeados de extraños peñascos, y por las escalinatas de piedra que el senderista tiene que patear.
Y no terminan aquí los secretos que atesora El Aloia en su interior. Los árboles autóctonos se elevan hacia las alturas y cristalinas corrientes de agua descienden ladera abajo. A veces formando refrescantes pozas que deleitan al caminante.
Conocimos La Cama de San Xián y cruzamos románticos puentes.
Y para llegar a todos ellos nos conducen sombreados, selváticos pero cuidados senderos que contribuyen a alimentar la leyenda.
Para los que quieran caminar más allá del Monte Aloia os propongo salir a conocer las tierras que lo rodean. Os encontraréis siempre inmersos en la belleza proporcionada por la Madre Naturaleza.
En diversos momentos de este recorrido veréis en el horizonte la inconfundible cresta de La Sierra de O Galiñeiro.
También será protagonista la bocana de La Ría de Vigo y, cómo no, las fantásticas Islas Cíes allí esperándonos.
El sendero que se ofrece a los pies del caminante tiene momentos realmente increíbles.
La piedra formando muros y cercando las fincas desde tiempos ancestrales.
La piedra enlosando los caminos que los carros recorrieron en tiempos no muy alejados en el tiempo.
Caballos que pacen y posan tranquilamente para que el fotógrafo los inmortalice.
Regatos que hay que sortear.
Y numerosas formaciones rocosas en cuyo interior duermen su sueño los seres encantados allí encerrados.
Todo ésto y mucho más podréis vivir por vosotros mismos, ¡no lo dudéis!
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lunes, 14 de marzo de 2016

Molinos En El Río Dos Gafos Y Regato Cubeiro, Petroglifos Y Castro Das Croas

Los ríos gallegos, ya sean grandes o pequeños tienen siempre un aquel que nos apasiona y encanta.
Y aquí, en Pontevedra, sin movernos mucho de casa podemos disfrutar de muchos de ellos. Así hoy en El Blog Grupo de Andainas Rías Baixas os dejamos un paseo que comienza con El Río dos Gafos.
Iniciamos el recorrido al pie de La Iglesia de San José de Campolongo edificada en el S. XX sobre soportales, emulando los tan característicos de "A Boa Vila".
E iremos acompañando al Gafos en una senda que se va retorciendo con el curso del río y nos va llevando a conocer emotivos momentos con añoranzas del pasado con la presencia de varios molinos como el de Cabanas.
O este otro de O Toxal en un paraje realmente fantástico con un rústico pontillón para acceder a él.
Los rápidos que forma el río, las represas, la vegetación que nos circunda y los árboles, típicos de ribera, que nos dan sombra, también contribuyen al encanto del momento.
Hay varios tramos en que cruzaremos de una a otra orilla, y, para ello, nos vemos ayudados de pasadizos y varias pasarelas de madera.
También contamos con la ayuda de pequeños puentes que contemplan desde hace mucho tiempo el discurrir de las aguas bajo sus piedras.
Abandonamos las tranquilas aguas del también llamado Río Tomeza y los senderistas, enlazando con la ruta "Salcedo No Tempo", mueven ahora sus pies por tierras más altas pobladas de castaños y robles y por donde el caminar se vuelve sonoro a cada paso.
Ya en lo alto do Chan da Armada visitaremos algunos de los petroglifos por allí diseminados, testimonio de la actividad artística de nuestros más remotos antepasados.
Y ya volvemos a tomar contacto de nuevo con el río. Esta vez es El Regato Cubeiro nuestro compañero de fatigas. Al principio lo encontramos tranquilo y relajado formando estos bonitos Pozos dos Frairas.
Pero a lo largo de su recorrido lo vamos viendo con distintos rasgos de carácter pero siempre lleno de belleza.
La senda por aquí es algo más salvaje, pareciendo por momentos que nos encontramos muy lejos, inmersos en plena jungla.
Aunque el caminante continúa con paso alegre y dinámico a través de antiguas levadas que conducían el agua a los molinos.
Porque no podían faltar los nostálgicos molinos poniendo la nota melancólica con sus figuras serenas y resignadas esperando inútilmente la mano del molinero.
Echamos otra mirada a nuestra historia en El Castro Das Croas, una pequeña aldea fortificada de hace 2.500 anos, y del que se cree que pudo haber sido el primer asentamiento humano en tierras pontevedresas y uno de los más antiguos de Galicia.
Y en sus cercanías no dejéis de visitar el paraje en donde el río Cubeiro ofrece sus aguas  al conjunto de los Molinos del Batán, alguno de ellos restaurado y que se puede ver en funcionamiento.
Y ya vamos retornando a nuestro punto de inicio. Pero todavía tenemos tiempo para visitar el petroglifo de Vilar de Matos, uno de los primeros estudiados en Galicia.
La nota de arquitectura religiosa, además de la iglesia de Campolongo, nos la dan varios cruceiros, uno de ellos a la entrada del Castro das Croas, que se encuentra sin la parte superior pero en donde nos llamó la atención una curiosa inscripción.
También nos detuvimos en La Iglesia de San Martiño de Salcedo con una mezcla de estilos arquitectónicos, destacando la figura equestre de su parte superior.
Y en La Capilla de San Blas, sanador de las enfermedades de la garganta.
Asimismo, en distintos lugares de la ruta tendremos ocasión de contemplar diferentes vistas de la ciudad fundada por Teucro y sus alrededores.