lunes, 3 de octubre de 2016

Alrededores Del Glaciar Del Alto Vez, Portugal

Los senderistas del Blog Grupo de Andainas Rías Baixas teníamos mucha ilusión por caminar sobre la ruta conocida como “Del Glaciar del Alto Vez”.
Así que allá que nos fuimos en una mañana de domingo soleada y propicia para la caminata.
Nosotros comenzamos en el lugar de Porta Cova muy cerca de Sistelo, Portugal. Y ya desde el inicio nos vimos deslumbrados por la belleza que nos rodeaba. Destacando los famosos socalcos.
El sol comenzaba a aparecer por detrás de las lejanas montañas algunas de las cuales permanecían todavía bajo el algodonoso edredón blanco de las nubes.
Atravesamos la aldea en continua ascensión desde el primer momento y lo hacemos por caminos empedrados por donde antaño subían y bajaban los carros de labor en su incesante actividad.
Los ancestrales caminos ladeados por muros en donde la piedra sobrepuesta es la protagonista.
Aunque vamos subiendo no nos sentimos fatigados pues el bonito entorno nos anima a disfrutar al máximo de nuestro paseo.
Y es que aquí, el otoño proporciona una luz y una atmósfera especial al paisaje.
La paleta de colores es inmensa. Hay momentos en que los ocres y amarronados de la vegetación chocan con los potentes grises de la piedra que pisamos.
Otros nos vemos totalmente invadidos por el verde, en el musgo y líquenes de los muros y en las hojas de los árboles de hoja perenne que por aquí habitan.
Y como el día estaba luminoso, el azul celeste también fue nuestro compañero de viaje.
Desde distintos puntos de la ruta una amplia visión del horizonte se ofrece sin límites al caminante.
Es emocionante contemplar la inmensidad desde la altura en la que nos encontramos. 
Parece que podamos echar a volar y tocar el cielo con las manos.
Esta zona es lugar en donde se conservan las tradiciones pero hasta allí también han llegado los parques eólicos ofreciéndonos grandes contrastes.
Y son varios los momentos en que el senderista siente sobre sí la mirada vigilante de estos gigantes.
La ruta en sí está marcada con las señales de colores rojo, amarillo y blanco y también ayudan al caminante las mariolas, pequeños acúmulos de piedras que aparecen a veces como verdaderos ángeles salvadores.
Estad atentos a las rocas que os iréis encontrando, algunas con formas más o menos curiosas.
Maravilla pensar que este impresionante panorama de piedra, los montes graníticos que vemos, los bolos esparcidos acá y allá se deben a un antiguo glaciar que cubrió estos parajes.
Os encontraréis multitud de vacas cachenas, las de los cuernos largos, pastando y a veces en el camino, pero son muy educadas y se apartan al paso del caminante.
Y es una verdadera delicia observar las manadas de caballos que por allí pacen y acercarse tranquilamente a saludarlos.
Estas son tierras de trashumancia, práctica que dio lugar a las conocidas brandas, poblaciones temporales de verano en tierras altas en donde abundaba el pasto para el ganado.
Algunas, bien conservadas, todavía dan muestras de estar en activo.
Infelizmente, algunas han sido abandonadas, sin embargo el enclave en donde permanecen aparece dotado de un aire fantasmagórico e irreal que les proporciona gran encanto.
También nos encontramos algunos refugios da pastor, a veces varios en un mismo paraje, muy semejantes a los chozos del Suído.
Fuimos descendiendo lentamente de vuelta a Porta Cova y mientras lo hacíamos continuamos admirando el impresionante cuadro obra de la mano de La Humanidad agudizando el ingenio y sacar partido de La Madre Naturaleza.
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4 comentarios:

  1. ¡La verdad que sí! ¡Es un sitio fantástico!
    Muchas gracias Melika por tus palabras.
    Besos

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  2. Olá Carmen
    Bela caminhada por um trilho muito bonito.
    Abraço caminheiro
    pisatrilhos

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  3. Olá Serafim!
    Com certeza que é um trilho muito lindo!
    Gostamos muito!
    Obrigada pelas palavras!
    Abraço caminheiro

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