lunes, 13 de junio de 2016

Circular en Padrenda: Molinos De Los Ríos Esmoriz Y Gorgua

Una semana más desde El Blog Grupo de Andainas Rías Baixas reafirmamos la idea de que Galicia es el país de las maravillas.
Como maravilla es en sí esta ruta por las tierras de Padrenda conocida como senda de los molinos de Gorgua y Esmoriz.
Y es que es todo un espectáculo poder caminar por una u otra orilla de los varios regatos que riegan estos parajes.
Regatos que frecuentemente bajan encabritados formando alegres cascadas.
Rugientes saltos de agua.
Dulce líquido contorsionista para evitar las rocas del lecho que humedecen.
Deshilachadas colas de caballo escurriéndose montaña abajo.
Vigorosos y escurridizos rápidos.
También refrescantes pozas. 
Y serenos segundos de tranquilo discurrir.
Momentos idílicos y de plena conexión con la naturaleza sin nada más en qué pensar.
Como veis, la senda es un lugar de ensueño que invita a perderse en ella.
Contribuyen a ello las especies arbóreas, laureles, acebos, alisos, abedules, robles, … que nos acompañan, sombreando el camino para hacerlo más llevadero.
Estad atentos a los centenarios castaños que por allí moran, y cuyas formas graciosas y retorcidas harán que una gran sonrisa ilumine el rostro de los senderistas.
Para cruzar de un lado a otro de los ríos nos serviremos de pasarelas de madera, o bonitos puentes de piedra como éste cerca de Freáns.
O esta maravilla en Esmoriz.
Para ayudarnos en las frecuentes subidas de la ruta, a veces, nos encontramos peldaños excavados en el mismo suelo que pisamos, y otras, misteriosas escaleras que parecen querer llevarnos al infinito y más allá.
Deslizaréis vuestros pasos a través de pueblos cuyas casas de piedra, solitarias, y sus hórreos vacíos, nos hablan del encanto de un pasado bullicioso y activo.
Y a todos nos alegra pasar por lugares habitados y ser recibidos con flores.
Si el calor aprieta, además de en las aguas de los regatos, también podremos refrescarnos en la fuentes que vamos encontrando, algunas tan sencillas y bonitas como ésta: 
La senda es muy variada, y tendremos ocasión de contemplar las lejanas montañas a la par que caminamos por floridos y silvestres caminos.
No podía faltar el momento religioso con La Iglesia de San Juan en Monterredondo donde podéis admirar este reloj de sol.
Y no os podéis perder el cruceiro de Freáns en donde, además del conjunto en sí, nos llamó la atención esta figura:
Y ya no os cuento nada más… Porque lo mejor es vivirlo y disfrutarlo en el lugar de los hechos. Por eso os animo a que os acerquéis y descubráis por vosotros mismos todas las demás maravillas que allí permanecen a vuestra espera.

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